FRANCISCO VALERIO REQUENA /
EL CASTILLETE DE AURELIA
FRANCISCO VALERIO REQUENA
Francisco Valerio Requena,
arquitecto, pintor, escultor, muralista, tallista, vitralista y diseñador
popular nacido en 1927 en Macarao, Caracas, Distrito Capital, Venezuela; hijo
del matrimonio alemán-español entre Heriberto
Requena y Rosa Maizo, comenzó a pintar desde los doce años de edad sin tener ningún maestro,
como todas las actividades artísticas
que emprendió. Fue también carpintero y albañil. A pesar de que su grado de
instrucción no superó la educación primaria, sus dotes de artista, artesano,
son excepcionales debido a su capacidad innata para la observación y la destreza manual, de concebir
el espacio, el color y la forma, de manera intuitiva.
A principios de los años cincuenta,
cuando gobernaba el país el dictador Marcos Pérez Jiménez se alista en el
ejército. Estando en el cuartel conoció unos pintores, lo que estimuló en él
deseo de pintar, que naturalmente, un espíritu tan inquieto como el de
Francisco, terminó haciéndose pintor.
Mediados
de los años cincuenta, sale del cuartel, época en la cual se residencia en San
Pedro de Los Altos, Estado Miranda, donde conoce a Lourdes Pérez Martínez con
quien se casa y tiene una numerosa familia de once hijos. Su relación con los
padres de su esposa es excelente y de manera muy particular con Aurelia
Martínez, la abuela de Lourdes. El terreno donde el artista va a construir
posteriormente El Castillete era de ella.
Con una
familia a su cargo, Francisco Valerio Requena ingresa a trabajar como caporal
en el Instituto Nacional de Obras
Sanitarias (INOS), fundada en 1943, en el gobierno del Presidente Isaías Medina
Angarita, como responsable del suministro de agua potable. En esta institución
va tener la responsabilidad de mantener limpio el dique de Agua Fría, ubicado en una zona rural en San Pedro de Los
Altos, para la época. El contacto con la naturaleza y su sensibilidad artística
determinó en alguna medida su trabajo pictórico de tendencia paisajista
influenciada por el romanticismo alemán del XIX, con la aclimatación cromática
determinada por la luz tropical, tanto en la pintura de caballete como la
muralista. Cabe destacar que los murales hechos con cerámica tienen más
parentesco con el abstraccionismo
geométrico, vulgarmente conocido como “pintura a rayas”, que fue en los años
cincuenta fue la tentativa más ambiciosa para incorporar el arte a la
arquitectura, tendencia ésta que se conoce como la integración artística y
constituyó un movimiento con numerosos partidarios en la década antes indicada,
tales como: Alirio Oramas, Mateo
Manaure, Alejandro Otero, entre otros; momento de apogeo del abstraccionismo al
que habrá que volver siempre que se habla de
la Ciudad
Universitaria de Caracas, ejemplo vivo de integración
artística, en la que existe, desde luego, en menor escala, con El Castillete de
Aurelia; que para decirlo con palabras de Carlos Raúl Villanueva, salvando las
distancias, Francisco Valerio Requena logra la “Síntesis de las Artes”.
De
manera general, su obra puede ser calificada de arte y diseño, de la que se
sirve para realizar su obra cumbre: El Castillete de Aurelia. En él integra
elementos artísticos, artesanales y de oficios como la carpintería, albañilería,
herrería, cerámica y “trecandis”, con una concepción, por una parte,
estrictamente artístico y por la otra
utilitario y funcional.
Su obra
artística más conocida fue la pintura, por razón de que hizo exposiciones
individuales y colectivas. En 1965 realizó su primera individual en la Casa de la Cultura de Los Teques,
Estado Miranda. Cinco años después realiza otra en la sala de exposiciones de
Fuerte Tiuna, en Caracas, año en que participa también en una muestra colectiva
en la Base Naval
Agustín Armario de Puerto Cabello, Estado Carabobo y otra individual en la Casa de la Cultura , organizada por el
Instituto de Comercio Dr. Jesús Núñez Tebar, de la capital mirandina, con nueve
obras. Sus pinturas están en colecciones privadas en países como: Italia,
España, Francia y Portugal. Estuvo activo como pintor desde 1939 hasta su
muerte ocurrida el 11 de septiembre de 2001.
EL PINTOR
La pintura de Francisco Valerio
Requena es de altísima calidad, y
es, tal vez la más conocida de su trabajo debido que en vida participó en
numerosas exposiciones, en: Los Teques, Puerto Cabello, Caracas, y Ciudad
Bolívar. El conjunto de obras aquí presentadas es parte de la colección que
está en las paredes de El Castillete de Aurelia. Como se ha dicho anteriormente,
Requena no estudió arte en ninguna escuela o academia, es un pintor
autodidacta. Es uno de esos casos curiosos que se da en el arte, en que la
intuición, la disposición innata hacia el manejo del color y del espacio de una
suerte de linaje de hombre que se hacen pintores por una situación que es
difícil de explicar. Sobre este punto refiere Vasari (1568/1978) en su obra
“Vidas de los Más Excelentes Pintores, Escultores y Arquitectos”; que el pintor
Giolto dibujó sobre “una piedra lisa y pulida, con un guijarro un tanto
afilado, una oveja del natural, sin
haber aprendido la manera de hacerlo con ningún maestro que no fuese la naturaleza… mereció ser llamado
discípulo de la naturaleza, y solamente de ella” (p4-7). Este es, naturalmente,
uno de tantos casos que registre la
Historia del Arte.
La pintura del maestro Requena, y en
general de todos los artistas populares, no está sujeta a las tendencias
impuestas por la Academia ,
aunque, en algunos casos, sin ellos saberlo coinciden con algunas de éstas. La temática central de este artista es el
paisaje. La protagonista es la naturaleza. En los recortes de prensa local que
conserva su esposa Lourdes Pérez de Requena, se reseñan algunas exposiciones
hechas por el artista, en la que, la crítica elogia su trabajo y lo
circunscribe dentro de la influencia romanticismo alemán. Lamentablemente, la
manera como hicieron la hemeroteca, no tuvieron la prudencia de mantener la data de publicación
y el escritor. Ella refiere además un comentario
crítico que hizo Francisco Da Antonio sobre su trabajo. Cabe recordar aquí, que
el Romanticismo es una visión del arte, particularmente de la pintura, que
rechaza la imitación de los clásicos, anteponiendo la libertad y el sentimiento
a la razón. Este sendero del arte tuvo como principal exponente en Alemania a
Caspar David Friedrich (1779-1840) quien hizo del estudio de la naturaleza su
tema principal. Por ser este artista educado dentro de la fe protestante su obra no se ocupa del tema
religioso.
Tal vez vio en revistas o cromos obras de los
pintores alemanes del siglo XIX y la situación
de trabajar en la zona rural rodeado de paisajes influyo en sus trabajos
artísticos. Si miramos la pintura paisajista
alemana de esa época de Friedrich Schaper, Heinrich Harder, Carl, Becker,
Friedrich Kallmorgen, entre otros, veremos cierta cercanía, en la manera del
tratamiento del paisaje en cuanto a forma y volumen, claro salvando la condición lumínica,
encontraremos fuerte influencia en su pintura. La pintura romántica tiene un
tinte autobiográfico, localista en donde el sentimiento por la naturaleza por parte del artista encuentra
en ella un mundo idealizado. Es probable
que muchos de esos paisajes eran
bosques, paisajes, fuentes, quebradas de la zona del dique del INOS en Agua
Fría donde pasaba la mayor parte del tiempo. Estos paisajes reflejan libertad
imaginativa y el individualismo o sentimiento metafísico de la naturaleza;
refleja además un sentimiento místico del mundo exterior y la soledad del
hombre enfocados en una visión personal que tiene el artista de la vida, de una
vida apacible, sin presencia humana, donde la naturaleza es actor de un libreto
que es la misma cosmovisión que tiene de
la existencia; en la que la manchas en la tela de vibrante cromatismo vienen a
rematar y configurar parte de ella, como romántico que es aspectos o motivos
que parecieran insignificantes y triviales vienen a ser sublime en su pintura.
Además de paisajes, pintó también naturalezas muertas (mazo de flores) donde las manchas de colores vibrantes y el sentimiento puesto en ellas le da un carácter personal y autobiográfico. Muchas de las obras pintadas por el artista vienen a conformar los elementos decorativos de El Castillete de Aurelia. Ejecutó algunos retratos, de los que cabe mencionar el de Lourdes Pérez Martínez, pintado hacia 1963 y el de una mujer que aunque no está fechado por la calidad de la obra se puede ubicar en su etapa de madurez como pintor. Un rostro angelical, donde se observa una pincelada firma y sin vacilación que denota una buena difuminación del color y tratamiento de las carnes y la expresividad del rostro; se puede sin duda, afirmar que el maestro Francisco Requena es un conocedor de su oficio.
Además de paisajes, pintó también naturalezas muertas (mazo de flores) donde las manchas de colores vibrantes y el sentimiento puesto en ellas le da un carácter personal y autobiográfico. Muchas de las obras pintadas por el artista vienen a conformar los elementos decorativos de El Castillete de Aurelia. Ejecutó algunos retratos, de los que cabe mencionar el de Lourdes Pérez Martínez, pintado hacia 1963 y el de una mujer que aunque no está fechado por la calidad de la obra se puede ubicar en su etapa de madurez como pintor. Un rostro angelical, donde se observa una pincelada firma y sin vacilación que denota una buena difuminación del color y tratamiento de las carnes y la expresividad del rostro; se puede sin duda, afirmar que el maestro Francisco Requena es un conocedor de su oficio.
En un comienzo, el pintor preparaba
sus pinturas con sustancias naturales, con tierras diluidas en aceite, luego
comienza a pintar con óleo, material que empleó para desarrollar su obra
teniendo como soporte la tela. Por lo menos las obras que están en las paredes
del Castillete de Aurelia y las que quedaron en una habitación en resguardo,
algunas de ellas sin terminar, es el mejor testimonio. El trabajo con el óleo,
es limpio, sin empaste, bien ejecutado los contrastes, la degradación del color
anuncia un manejo excepcional del claroscuro y de la técnica pictórica con este
material. Las obras expuestas aquí abarcan desde la década de los sesenta hasta la de los
noventa, las cuales son el vivo ejemplo de un trabajo de calidad, que solo un
creador con intuición del color, con ingenio y amor por la pintura pudo
realizar un trabajo transcendente.
Paisaje, 1992
Paisaje,1999 ( Mural Detalle)
Naturaleza Muerta,1991
Paisaje,1991
Paisaje,1990
Paisaje,1984
Mujer con Velo,s/f, Colección Manuel Bas
Retrato de Lourdes Pérez Martínez, 1963
Orquideas,1975. Colección Manuel Bas
EL CASTILLETE DE AURELIA
MI VISITA A EL CASTILLETE
La noticia de la existencia de este
monumento de la arquitectura popular venezolana me llegó a través de mi alumno,
pero sobre todo mi amigo, Carlos Pérez; con quien realicé varias visitas, a
este lugar. Aunque el título singulariza varios viajes que hice a este lugar,
tómenlo, como literalmente deseó, solo un título sugestivo. En la primera
visita, Carlos Pérez me presento a la señora Lourdes Pérez Martínez la esposa
del Maestro Francisco Valerio Requena. De esta experiencia tuve dos
impresiones. La primera, fue la que me
inspiró la fachada de El Castillete de Aurelia, me pareció arte marroquí, por
la manera como las paredes de la fachada
estaban cubiertas de cerámica, no solamente colocadas por un albañil, sino de
un artista. La segunda, sin duda alguna, la gentileza exacerbada de la señora
Lourdes, quien nos condujo por los distintos aposentos y corredores; me sentía como
visitante de museo, naturalmente como si
estuviera haciendo una visita guiada. En la medida que recorríamos la casa, era
como descubrir valiosos tesoros artísticos. La fachada de la casa, caí en
cuenta, era como la tapa de un hermoso cofre lleno de reliquias artísticas.
Innegablemente quedé algo
desconcertado, al decirme la señora Lourdes Pérez que todo lo había hecho
Francisco Requena. Me vino a la memoria la iglesia de San Rafael de Mucuchíes,
Estado Mérida que tiempo atrás había hecho Juan Félix Sánchez, claro está
salvando la distancia en cuanto a materiales, estilo; pero considerando el
genio creativo y la voluntad de ejecución, hay cierta cercanía. También pensé
en la casa de Rosa Vegas en el barrio El Viñedo, Barcelona, Anzoátegui, hecha por ella misma con barro y
caña amarga, con unos exquisitos frisos policromados en las paredes externas e
internas de carácter religioso, equipada con pinturas, esculturas, murales,
moviliarios, todo; todo ejecutado por la artista. Esto lo refiero, debido a que
este extraño talento como el de Francisco Valerio Requena no se ve siempre. Que
tiene cierta similitud en cuanto a convertir una casa en una obra de arte. O
quizá tiene un parentesco con Antoní Gaudí, en la manera del empleo de la
geometría y el volumen, o la manera como integra a la arquitectura, toda una
serie de trabajos artesanales, que el dominaba a la perfección, cerámica,
vidriería, forja de hierro, carpintería,
etc. Pensé también en Carlos Raúl Villanueva por esa aspiración de reconducir
la arquitectura, la pintura y la escultura a la cohesión interna inextricable y
significativa, en la que plantea una síntesis, las artes conservan, sus
características tradicionales, particularmente la pintura y la escultura, como
una especie de comunidad viviente de las artes, como lo hizo con la Universidad
Central de Venezuela con la creación de la Ciudad Universitaria, que por su
grandeza la UNESCO la declaró el 30 de noviembre de 2000 Patrimonio Universal
de la Humanidad por sus inigualables valores arquitectónicos, urbanísticos y
artísticos.
Fue entonces, frente a estas
reflexiones y la tertulia que sostuvimos Carlos, Lourdes y yo, cuando me di
cuenta que El Castillete de Aurelia fue construido por un verdadero creador,
por un artista genuino. Que era una obra de arte como totalidad. Que constituía
arte y diseño. Los oficios triviales en el sentido del manejo común de ellos,
como la carpintería, herrería, albañilería, toman un sendero diferente del que
ordinariamente tienen, este creador los sublimiza, le da un sentido artístico.
Naturalmente que toda esta reflexión
que he hecho hasta aquí, no deja de estar ausente de plantearme en relación a
los dotes de este singular hombre: pintor (de mural y caballete), escultor, arquitecto, albañil,
herrero, carpintero, maestro de obra, vitralista, dibujante, artesano, mosaiquista,
curandero, obrero del INOS y otras
tantas cosas más que la providencia divina dotó con excepcional talento, que me
recuerda aquel soneto que escribió Miguel Ángel Buonarroti cuando tenía 81
años, que Vasarí reproduce en la biografía de aquél, de la que reproduzco dos
versos que en alguna medida ilustra la vida del maestro Francisco Valerio
Requena. “Aquella afectuosa fantasía / Que hizo del arte reina idolatrada
Vasari”, (1568/1978 p.322).
CONSTRUCCIÓN DEL CASTILLETE
La construcción de El Castillete de
Aurelia se ejecutó en un período de tiempo que abarca desde 1976 hasta 1988. Si
se considera que esta es una obra de carácter civil, exenta de inspiración
religiosa, como comúnmente se ve en otros artistas, que viene a ser aderezada
ornamental y decorativamente con cerámica o mosaicos o trecandis, todas sus
paredes, pisos y techos; con un exquisito trabajo en tallado en madera de los
portales, y las puerta; el diseño de las rejas excelente y en general de todo
El Castillete, fue obra de Francisco Valerio Requena, al igual que el
presupuesto de éste; sin tener estudios formales alguno en ninguno de estos
oficios, es un logro excepcional, como voluntad individual creativa.
Antes de la construcción de El
Castillete de Aurelia, el artista llevó a cabo una obra inspirada en los mismos
elementos arquitectónicos hacia 1969, esta casa está ubicada en la Calle Páez,
en Los Teques, Estado Miranda, El Castillete está ubicado en San
Pedro de Los Altos, de la entidad federal antes indicada. Su construcción está
caracterizada por dos rectángulos que hacen ángulo recto en forma de cuadrante
sobre una loma o montaña en la que el primer piso toma el nivel de la parte más
alta del terreno, por debajo de éste está una especie de sótano, por encima el
segundo piso, rematando en una torre-mirador como la parte más alta de la
construcción. La entrada está por la parte
lateral derecha por una escalinata en pendiente que da con la puerta de
entrada.
Indiscutiblemente este monumento
arquitectónico está inspirado en el arte islámico, caracterizado por la
prohibición de la representación figurativa, tanto escultórica como pictórica,
la arquitectura resulta ser el campo artístico más destacado, inspirada
naturalmente en la vida espiritual que manda el Corán. La prohibición en este
texto religioso de representar figuras contribuyó a que el campo de
ornamentación decorativa sea el más original de la arquitectura árabe. El
trazado geométrico de variadas figuras y la decoración vegetal conforman un
estilo sumamente peculiar, al que se une la ornamentación epigráfica.
Todas las superficies de la construcción:
piso, pared, techo están cubierta de mosaicos con diseños geométricos donde
Francisco Valerio Requena como arquitecto nos muestra un sentido innato de la
geometría, el volumen, así como su gran capacidad imaginativa que le permitió
proyectar mentalmente sus obras antes de pasarlas al plano o plantilla. En su
obra arte y diseño, van de la mano. Emplea para su trabajo “trecandis”, palabra
que en catalán significa “roto”, que es una especie de mosaico realizado con
fragmentos cerámicos unidos con argamasa, típico de la arquitectura modernista,
que fue inventada por Antoni Gaudi (1852-1926) máxima figura de la arquitectura
catalán. La obra de este arquitecto se
caracteriza por ser una síntesis de todas las artes y oficios. Estudiaba hasta
el más ultimo detalle sus creaciones, integrando a la arquitectura toda una
serie de trabajos artesanales que dominaba a la perfección: cerámica,
vidriería, carpintería; además introdujo nuevas técnicas en el tratamiento de
los materiales, sobre todo los de desecho. Para Antoni Gaudí los materiales
tienen infinito uso, todo está en el empleo adecuado con esta inspiración en
formas geométricas como las de Gaudí se inspiró el maestro Francisco Valerio
Requena con una visión de la arquitectura
como un todo, hace que su huella sea un sello de su trabajo artesanal en
la que incorpora numerosos trabajadores, pero dirigidos por él. Para finalizar
este punto, es conveniente decir que El Castillete de Aurelia esta hecho de
concreto, es de carácter civil, exento de motivos religiosos a diferencia de
otras obras de la arquitectura popular.
CONCEPCIÓN DE LA ARQUITECTURA Y DEL ESPACIO
A pesar de ser El Castillete de
Aurelia una casa de habitación, para lo que fue
pensada, no es menor cierto que su monumentalidad va de la mano con su
concepción funcional. En esta obra de carácter civil arte y diseño van de la
mano. Es una obra exenta de elementos religiosos, tanto la arquitectura en si
misma como el conjunto de obra que la conforman: pinturas, tallado en madera, inspiradas en el romanticismo alemán, que
viene a ser para el artista una especie de reminiscencia o nostalgia que quizá
provenga de su descendencia germana. En relación a los mosaicos y trecandis se
puede observar una clara inspiración en el arte musulmán y en el arte de Antoní
Gaudí respectivamente, en la que la intuición del color de Francisco Valerio
Requena es excepcional. Su obra en alguna medida es cercana al abstraccionismo
geométrico de Mondrian.
La arquitectura de El Castillete
está ejecutada desde una visión de totalidad donde se integran los trabajos de:
pintura, vitral, talla en madera, herrería, cerámica; pero desde una visión
artística que este creador dominaba a la perfección. Se puede decir que los
elementos decorativos encajan como en un rompecabezas artístico, en la que cada pieza de cerámica, cada pedacito de
vidrio armonizan elocuentemente. Con este trabajo este creador logra una
especie de integración en la que no hay un marco previo porque es la misma
conformación, la misma actitud del trabajo humano, lo que le van a dar
significado unitario con cohesión de forma, al mundo funcional y espacial de
las personas que habitan la casa.
El trabajo de Requena es monumental si consideramos que
es una obra realizada de manera personal por el mismo artista, incluso todas
las artes que la integran, el presupuesto y como proyecto de vida o como reto,
individual con cierto aire de perpetuidad. El parte de una concepción del
espacio, de un espacio intimista, a la medida y escala de la gente que la
habita. El artista considera, que el
medio expresivo especifico de la arquitectura es el espacio interno, el espacio
fluido usado, gozado por los hombres. A partir de la invención esencial del
espacio como lugar privilegiado de la composición, como clave secreta de todo proyecto,
se articula la caja volumétrica; se concreta la estructura portante. Vibra con
el color y la textura visual lograda. El color superpuesto, el color, por así
decirlo, superficial, es tan importante como el valor natural de la textura del
medio empleado y tanto como la luz, para los efectos visuales de la
arquitectura, y es con el juego de estos tres elementos, Requena ha concebido
el espacio elocuente y grandioso.
ARTE POPULAR APLICADO A LA ARQUITECTURA
Desde tiempos remotos al presente,
el arte ha jugado un papel importante en la vida humana, como vehículo de
comunicación que se ha traducido es testimonio histórico. La representación de
escenas integradas en espacios abiertos o de habitación han estado desde la
prehistoria. Se pueden citar como ejemplo los bisontes de las pinturas
rupestres de la cueva de Altamira, España; los frescos egipcios en la Gran
Pirámide; las pinturas de Pompeya, Italia; en la cultura románica las pinturas
al fresco de la Catedral de Canterbury: El Juicio Final en la Capilla Sixtina;
los frescos de Teotihuacan, México. Esto demuestra lo arriba afirmado, no
obstante, significa también, que el arte tiene además un fin utilitario, lo que
no quiere decir que no sea excelente calidad. Hay quienes piensan que el arte
se hace con un fin estrictamente decorativo, lo que yo considero un criterio
estrecho y reduccionista, naturalmente el sentido es de expresar ideas y quizá
el medio más antiguo que haya inventado el ser humano. La intención
innegablemente es de estar al servicio del hombre. De esto no hay duda y el
tiempo lo ha demostrado. Se ha pensado también que aquellas obras de arte,
independientemente de la categoría, que el artista, hace por encargo, para ser
integrado a espacios arquitectónicos es de menor calidad. Esto es una verdad a
medias, debido a qué es verdad de que hay arte por encargo mediocre; y que en
muchos casos el excesivo trabajo del artista, que sobrepase, sus límites
creativos pudiera terminar por desmejorar su trabajo; pero hay que considerar
también que los museos y los espacios arquitectónicos están llenos de obras por
encargo de excelente calidad. Cito dos casos para finalizar este punto. Los
frescos hechos por Miguel Ángel Buonarroti en la Capilla Sixtina y la Mona Lisa
de Leonardo Da Vinci.
El arte popular venezolano no ha
tenido un camino distinto. Desde la antigüedad, refiere Duarte (1983) la
iconografía fue el vehículo que la Iglesia Católica aprovechó para la enseñanza de la religión. Los pintores
populares coloniales se dedicaban casi exclusivamente al género religioso,
servían a Dios de esta manera. Con las medidas del obispo Diego Antonio Díez
Madroñero, dictadas en 1766 las
reproducciones de pasajes de la Biblia tomaron un fuerte auge. Desde
entonces se ha tenido por costumbre de escoger un patrón de la casa y adornar
el zaguán con su efigie. Esto desde luego, hizo que aumentara la demanda de
pinturas y tallas a los artistas, quienes las hacían a solicitud del interés de
particulares. La raíz del arte popular venezolano está en la creación de estos artistas.
Más en nuestro tiempo, Perán Erminy,
(1988) refiere las pinturas y poesías de Antero Aparicio en San Fernando de
Apure, que como tantos otros pintores de
ese lugar y tiempo pintaban escenas y paisajes en las paredes de las casas.
También cabe señalar las pinturas de
bares de P. Martínez, muy famosas y las
de Bruno Graziani, quien tiene el mérito de haber pintado varios millares en
casi todos los pueblos de Venezuela. Estos son ejemplos de la pintura popular
aplicada a la arquitectura. El maestro Francisco Valerio Requena es uno de
estos artistas que ha encontrado en el arte una manera de expresar los
sentimientos. El Castillete de Aurelia es una obra concebida por él en la que
derrocha sus dotes artísticas. En la sala pinta un paisaje (mural) hacía 1999,
que viene a contribuir a la decoración de la casa, y otros elementos artísticos
como la talla en madera, trecandis, la disposición de la cerámica en la que
denota un manejo intuitivo del color, que ha pesar de ser un artista popular la manera en que coloca
los mosaicos, pareciera, aunque no conoce el abstraccionismo geométrico de
Mondrian, estar emparentada con la obra de este artista.
La disposición de los vitrales sigue
más o menos este mismo orden. Requena, sin saberlo está emparentado con los
abstraccionistas geométricos por su concepción del arte aplicado a la
arquitectura, sus formas geométricas y la manera del manejo del color. Sobre
este punto Perán Erminy (s.d) señala refiriéndose a los abstraccionistas
“proclame que el arte debe estar en la casa, en el apartamento, debe modificar
las ciudades y penetrar en todos los estratos; debe también, el arte, servirse
de la tecnología contemporánea y hacer uso de nuevos materiales”… (p.100). Creo
que este es en alguna medida el concepto que maneja Requena en la construcción
de El Castillete de Aurelia. Claro hay que agregar también, que el artista
busca además una decoración plástica que cambie el concepto de la edificación,
como hacer sentir al arte en la vida humana. La obra del artista (El Castillete
de Aurelia), teóricamente no se trata de una superposición ni una suma de
artes, sino de una sola idea creativa surgida colectivamente, en la que
albañiles y trabajadores de la construcción bajo su mente rectora. Es
definitivamente una combinación de arte y diseño. Veamos con detalle, de manera
general algunos de los elementos artísticos de esta obra monumental.
EL VITRAL. El Castillete de Aurelia tiene dos vitrales; uno en la sala y el otro en el segundo piso, lateral derecho. Este tiene una función de tragaluz para la iluminación natural lo que se traduce en un ahorro de luz artificial, esta es la razón de lo colosal del tamaño. También tiene un fin eminentemente decorativo y artístico. Éste está elaborado con tres colores: verde, azul y rosado con motivos geométricos (cubos) que dan la sensación de volumen y ritmo.
EL VITRAL. El Castillete de Aurelia tiene dos vitrales; uno en la sala y el otro en el segundo piso, lateral derecho. Este tiene una función de tragaluz para la iluminación natural lo que se traduce en un ahorro de luz artificial, esta es la razón de lo colosal del tamaño. También tiene un fin eminentemente decorativo y artístico. Éste está elaborado con tres colores: verde, azul y rosado con motivos geométricos (cubos) que dan la sensación de volumen y ritmo.
EL TRABAJO EN CERÁMICA. Una mirada al trabajo en cerámica revela, a simple vista, que su ejecución fue un trabajo titánico. Tanto en el exterior como en el interior de El Castillete sus paredes, techos, pisos están cubiertos de mosaicos, de variados tamaños. En menor cantidad emplea vidrios de pequeñas dimensiones. En la parte lateral la pared ésta dispuesto un trabajo en cerámica en forma geométrica excepcional. Este espacio, el artista lo divide prácticamente en dos planos. La característica de la cerámica en este caso, es rectangular. El primer plano (de entrada) las cerámicas están puestas en forma vertical en la que el maestro emplea colores: marrón, blanco, gris azulado, turquesa, azul claro, puestos de manera rítmica. El otro plano están dispuestos los azulejos (rectangulares) de forma horizontal dispuestos también como el anterior en forma geométrica en la que están presentes colores: negro, amarillo, blanco, verde claro, azul; cuyas características desde el punto de vista artístico está emparentado con el abstraccionismo geométrico.
Francisco Requena es uno de los creadores que sabe inteligentemente darle un uso adecuado a los materiales desde dos vertientes: el estrictamente utilitario y artístico. Recicla los materiales de allí el trabajo con el trecandis con el que desarrollo unos diseños geométricos excepcionales. El segundo piso, es una especie de patio central el artista realiza un diseño en forma de cuadrados repetidos simétricamente en serie, cuya característica es que el perímetro de éste, está compuesto por cerámicas rectangulares que vienen a rematar las esquinas con pequeños cuadrados que cierran la figura en la que dispone los pequeños fragmentos de cerámica rota con la que elabora unas curiosas figuras geométricas de agradable diseño visual de excepcional calidad, que supone además un trabajo paciente y laborioso para colocar los pedazos y un manejo del color con maestría.
EL TALLADO EN MADERA. El tallado en madera es de buena factura. Tiene un valor decorativo y funcional, sin dejar de lado lo artístico. No olvidemos que el maestro Requena todo lo ve con su ojo de artista. Este trabajo bifurca hacia dos direcciones: el mobiliario de la casa construido por él mismo artístico exquisitamente decorado al igual que el trabajo de las puertas y los arcos de entrada. La puerta de entrada está compuesta de tres paneles: el central de mayor dimensión mientras que los laterales: derechos e izquierdos tienen las mismas dimensiones, aunque son más pequeño que el del centro. El panel central está dividido en dos planos verticalmente distribuidos. En el de arriba está tallado en altorrelieve en el que representa dos sirenas aladas aguantando un jarrón en forma de copa con motivos florales. El panel de abajo aparecen motivos florales también, dentro de un círculo está tallada la cara de un león. Los paneles tanto derecho como izquierdo están trabajados y representados con los mismos motivos. Está dividido en dos planos verticales, en el de arriba aparece una jarra con flores y frutos; en el de abajo aparece un hombre de perfil con un casco estilo soldado medieval dentro de un círculo. El panel derecho e izquierdo, tienen un tallado igual en cuanto al contenido artístico.
La puerta de la cocina es una bella joya escultórica. Es un trabajo en altorrelieve en madera de caoba sin policromar. Aparecen en escenas dos mujeres desnudas con aves y flores agarrando una copa con dos aves sobre ésta. Esta puerta también está dispuesta con dos planos verticalmente utilizado, lo antes descrito pertenece al plano de arriba. En el de abajo esta una copa con frutas con dos aves sobre la copa. Este trabajo está inspirado en el romanticismo.
Cabe comentar dos arcos en madera bellamente decorados con motivos florales y frutos con un busto en el centro de cada uno trabajado en madera de caoba en altorrelieve sin policromar. Éstos fungen de guardianes de los aposentos. Uno de estos arcos da a la sala y el otro al pasillo que da hacia la escalera que conduce al segundo piso.
La otra vertiente que comentaré aquí en relación al tallado en madera es el mobiliario, hecho por el mismo artista, trabajado en alto relieve barrocamente decorado con motivos naturalistas en la que combina arte y diseño y los elementos artesanales. Tanto la cama, como mesa de noche y de la sala denota un trabajo de carpintería de alta calidad al igual que el trabajo artístico, en la que lo funcional y artístico no están reñidos; por el contrario se integran.
LA FORJA DE HIERRO. El trabajo de herrería fue diseñado por el artista con motivos arabescos y naturalistas en la que algunos detalles parecen flores. La forma de la reja de la torre, que cumple el papel de mirador está hecha de manera cóncava. Todo el trabajo de herrería de El Castillete de Aurelia fue diseñado por Francisco Valerio Requena, en la que naturalmente le imprime su sello artístico.
ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES
El maestro Francisco Valerio Requena, es de un linaje de artistas que sin haber tenido estudios formales, ni en ninguna academia de arte, es un genuino artista. Un artista que le corre por las venas la intuición del color, la forma y el espacio; el manejo de oficios y destrezas artesanales que muy sabiamente pudo integrar a su obra maestra: El Castillete de Aurelia. Éste puede ser considerado un monumento como totalidad de obra artística. Fue una osadía y un reto para un hombre trabajar por más de una década en este proyecto, en la que el mismo trabajo directamente tanto en el diseño, decoración y trabajo manual. El Castillete de Aurelia, lo artístico, es hoy por hoy un ejemplo de arquitectura popular donde convergen de manera ecléctica distintas categorías, tendencias dentro de las artes y ser integradas de manera ecuánime.
Quizá nunca escuchó hablar de Mondrian, ni de Gaudí, ni quiso que su templo arquitectónico tuviera carácter religioso, como sucede a menudo con los artistas populares. Su trabajo está despojado de esta pretensión; es más bien una obra de carácter romántica, claro está, salvando las distancias, no solo en lo artístico sino en lo personal, con influencia naturalista, en el arte islámico en su geometría, sentido de perennidad, en la que Francisco Valerio Requena supo integrar diversas artes como un todo.
HABLA LOURDES PÉREZ MARTÍNEZ
Nací aquí en San Pedro de los Altos, cuando había tres casas. Esto era cafetales del terrateniente Manuel Gómez. Donde estaba la Pepsicola era de este señor. Nací en el treinta y siete, diez de diciembre. Toda mi vida he vivido aquí, al lado era de mi papá. Mi papá era de aquí, Felipe Pérez. Francisco Valerio Requena era nato de Macarao, hacia Las Adjuntas, para arriba. Era hijo de alemán y español. Tuviera ahorita 82 años. Hace doce años que murió, murió el 11 de septiembre cuando lo de las “Torres Gemelas”. Todo lo aprendió en el Ejército cuando Pérez Jiménez. El no estudió pintura ni nada de eso. Era vigilante del INOS, en La Culebra , un canal de agua, lo cuidaban porque parte del agua va a Macarao. Era vigilante de esos sitios donde había agua, se cuidaba con esmero para que el dique no le cayera basura. El había visto en el cuartel otros que pintaban, eso lo trajo del cuartel. Era albañil, era carpintero. Los vitrales los hizo él. Los espejos se compraban cortados, él mismo los pegaba, él los marcaba y luego los pegaba, hacia una plantilla con los colores para ver como los quería. Hacia primero los diseños y luego los pegaba, los dibujaba como lo iba a hacer. El terreno donde hizo El Castillete era de mi abuela Aurelia Martínez, por eso le puso El Castillete de Aurelia; mi abuela y él eran clase aparte, era como hijo de ella; igual con mi mamá. Duró doce años haciéndolo. Él tenía la idea como lo quería, no hizo plano, la idea le iba saliendo. Lo que quedaba en trozo de cerámica no lo botaba, así como usted ve los trocitos de amarillo, de verde; no botaba nada de eso. Todo lo hizo él. El curaba con la luna, cuando estaba llena, depende de la enfermedad te decía cuando tenía que venir. Los curaba salían caminando. Hace unos dos años vinieron unas personas de Barinas, no sabían que había muerto, se pusieron a llorar. Tenía albañiles que lo ayudaban, pero el que disponía de las cosas era él. Eran ideas de él: las mesas, las camas; todo estaba en su mente, lo que tenía dentro de sí lo sacaba fuera siempre estaba pintando, él hacia exposiciones. (Lourdes Pérez Martínez, entrevista personal, San Pedro de los Altos, 8 de mayo de 2012.)
Vista Frontal Izquierda
Entrada al castillete
Entrada Lateral al castillete
Patio central segundo piso
Torre Mirador
Puerta de Entrada
Puerta de la Cocina
Arco que da a la sala
Arco que da a la escalera
Cama
Mesa de Noche
Mesa de Recibo
Rejas de Hierro Forjado
Referencias.
-Duarte,
Carlos (Febrero, 1983) Iconografía Popular. En: Armitano Arte, N° 2, Revista
Bimestral. Caracas: Armitano Editor.
-Perán,
Erminy (s.d) La Pintura en Venezuela. Las Nuevas Corrientes. En: Calzadilla,
Juan (Comp) (1967) El Arte en Venezuela. Caracas: Edición Especial del Circulo
Militar-
-Perán,
Erminy (1988) Para Ilustrar un Arte de Pueblo. En Diaz, Mariano (1991)
Fabuladores del Color (2da ed). Caracas: Fundación Bigott
-Vasari,
Giorgio (1568/1978) Vidas de los más Excelentes Pintores, Escultores y
Arquitectos (11ma ed). México: Editorial Cumbre, S.A. Traductor: Julio E.
Payró.
FRANCISCO VALERIO REQUENA/ EL CASTILLETE DE
AURELIA
TEXTOS Y ENTREVISTAS:
Manuel
Bas. Profesor Agregado, Universidad Simón Rodríguez
ASISTENTE TÉCNICO:
Eduardo
Palmera
Deisy
Alejandra de Pérez
T.S.U
Mairym Gómez
CURADURÍA:
Manuel
Bas.
FOTOGRAFÍA:
Carlos
Pérez
DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO:
Licda.
Rocío Palmera
AGRADECIMIENTOS:
Carlos
Pérez
Lourdes
Pérez Martínez
Deisy
Alejandra de Pérez
LAS OBRAS QUE NO TIENEN REFERENCIA DE
PROPIEDAD, PERTENECEN A LA COLECCIÓN DE LOURDES PÉREZ MARTÍNEZ, SAN PEDRO DE
LOS ALTOS, ESTADO MIRANDA, VENEZUELA.
LOS TEQUES, ESTADO MIRANDA, VENEZUELA,
JUNIO DE 2012
QUE BELLEZAS FRANCISCO VALERIO POR 100 PRE
ResponderEliminarmi abuelo que bellezas hacia con sus mano donde quiera que estes te amo a.t.t tu nieta maribel
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminaryo conoci al Sr Requena...muy bella persona. Me quede impresionada como quedo el castillete. No conoci esa maravilla. mis padres,hermanos y yo nos quedamos unos dias con ellos en su casa, una casita anexa que tenian al lado de la de ellos.por el año 1973, 74 o 1975 todavia no habia hecho los cambios.
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Mis hermanos y yo jugabamos con sus hijos..quisiera saber de ellos. ( una hembra y un varon)Cuales son sus nombres? Nosotros somos la Familia Power, Mis padres William y Mireya. Mi mama es artista tambien. No se si la Sra Lourdez se acuerda de nosotros. De Caracas pero vivimos ahora en Estados Unidos.
Quisieramos tener contacto con la sra Lourdez para saludarla. Nuestro correo electronico es ayerimzerep@gmail.com
Hablamos con Lourdes me comentaron que esta enferma y encontramos los telf de los hijos de Requena y Lourdes
ResponderEliminarme gusto su escrito, felicitaciones
Mi papá tenía una galeria y Francisco Valerio tuvo algunas de sus obras en exposición, en mi casa aun conservamos uno y es una mujer amasando y es un cuadro del 75.
ResponderEliminarSi gustas puedo pasarte una foto para que la veas o publiques si quieres.
Hola es su nieta!! Podrías enviar la foto del cuadro !!
EliminarEl tío de mi esposo, igualito a su hermano Francisco Antonio Requena mi suegro que en paz descanse
ResponderEliminarQue bellezaaaa, vine a este artículo porque hoy converse con uno de los hijos del señor Requena, y me mostró por fotos algunas de sus obras.... Waooo unas bellezas de verdad
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