AMÉRICA
NEGADA
(Reflexión sobre la problemática referente a las
raíces originarias de América Latina y el Caribe surgidas a raíz del
Descubrimiento)
Manuel Bas*
“Así, podemos
llamarlos bárbaros con respecto a nuestras reglas de la razón, pero no con
respecto a nosotros que lo rebasamos en
toda especie de barbarie”. (Montaigne, 1580 tr. 1967. Ensayos. De los Caníbales
p. 208)
“Fue
con y a partir del circuito comercial del Atlántico cuando la esclavitud se
convirtió en sinónimo de negritud”. (Walter Mignolo en Lander, 2000, p.39).
Resumen
En este ensayo, fundamentado en fuentes documentales, se aborda la
problemática referente a las raíces originarias de América Latina y el Caribe
surgidas a raíz del descubrimiento, conquista y colonización, y el modelo
político hegemónico impuesto por Corona de España, y la Iglesia Católica a través de la evangelización,
en la que los pueblos de esta región pasaron a ser subalternos, mediante un
proceso violento que exterminaron física y culturalmente a los amerindios. Se
revisa la esclavitud y la encomienda, impulsada por la burocracia de los gobiernos
de Europa, so pretexto de considerarlos bárbaros e incivilizados, a pueblos de
milenaria cultura, que se ubican en los tiempos del mundo antiguo, no solo temporalmente,
sino en logros en todos los campos de la vida humana. Se estudia los problemas
de discriminación que no terminaron con la Guerra de Independencia, de sus entrañas
surgieron las guerras civiles y la anarquía que pobló el XIX. El siglo XX y lo
que va del XXI son el mejor ejemplo de que la expulsión de la tiranía europea
no garantizó la justicia y la equidad en América Latina y el Caribe.
Palabras
claves: Diversidad, Raza, Etnia,
Negación del Otro, Dominación, América Latina y el Caribe.
Introducción
América Negada es un ensayo donde se
reflexiona, apoyado en documentación histórica e investigaciones relacionadas
con las raíces originarias de América Latina y el Caribe, sobre la problemática
surgidas en la región a raíz del Descubrimiento de América en 1492. Cabe
aclarar de entrada, las diferencias existentes entre raíces originarias de
América y las raíces originarias de lo que es hoy América Latina y el Caribe.
La primera, alude a los pueblos autóctonos de la región antes de la llegada de
Cristóbal Colón, con sus usos, costumbres, modos de vida y su cultura en
general; mientras que la segunda, se refiere a la resultante del contacto,
intercambio y el proceso de mestizaje e
hibridación entre los nativos, con los europeos y africanos llegados a esta
latitud, en la empresa de expansión de Europa. Sumados además la inmigración
europea como consecuencia de la primera y segunda guerra mundial.
Además de lo ya señalado, el centro de gravedad de la disertación va a
ser problematizar lo relacionado con la
invasión europea en tierras de lo que más tarde va a ser América, articulada a
través del proceso de descubrimiento, conquista y colonización, en la que el imperio
español, en principio, luego Portugal,
Inglaterra, Francia y Holanda se sirvieron de un modelo ideológico hegemónico consistente en la
imposición de aspectos económico,
político, social, jurídico y cultural, que subyugó a la
población nativa negándoles sus derechos; amparados en legislaciones que los
calificaba de inferiores, bárbaros, incivilizados, por tanto tenían el derecho
de someterlos bajo su yugo. A esta empresa se unió la Iglesia Católica
con la evangelización. La
Conquista se logró a través de un largo proceso de lucha
armada, violaciones de todo género que exterminó un grupo considerables de nativos
y su cultura. Sobre este proceso
dinámico, inicuo, sin par en la historia del mundo, para explicarlo, aparecen
dos tesis antagónicas: la leyenda negra,
que veía solo maldad en la acción de los conquistadores y de sus descendientes
americanos (Fray Bartolomé de Las Casas), y la leyenda dorada, que abogaba por
la bondad del conquistador y los colonos castellanos y sus descendientes
criollos (Juan Ginés de Sepúlveda), dos posiciones extremas, que con su intento
explicativo, lejos de aclarar la situación, caen ambas en una posición
dogmática, reduccionista y unilateral que no aclara la situación. Lo importante
aquí es buscar puntos de encuentros explicativos que contribuyan arrojar luces
sobre el problema.
Naturalmente, el pensamiento
político-religioso hegemónico europeo, creó su propia lógica explicativa que
justificara el derecho que se abrogaban de ocupar estas tierras, someter bajo
su dominio a sus pobladores, para ello se sirvieron de la pluma escribiendo
reales cédulas y bulas papales con artificios leguleyos y filosóficos que solo
favorecían a los poderes monárquico y eclesiástico. Este fue un proceso cruel,
inhumano, perverso, avasallante, que costó la vida de un número considerable de
indígenas, y que destruyó casi en su totalidad su panteón cultural y religioso.
Su fin era obvio, subalternizarlos, convertirlos en sus vasallos, situación que
estuvo vigente durante tres largos siglos de abuso, que tuvo el respaldo los
doctos de la Iglesia
y los Letrados de la
Universidad de Salamanca, quienes esgrimieron los más
absurdos adjetivos: bárbaro, caníbal, hereje, incivilizado, diabólico; un tanto
así, con la población negra que van a venir a la América en condición de esclavos.
En
ello influyó el imaginario del europeo que sirvió de tinta para escribir una
nueva realidad sobre una ya existente, una nueva mitología sobre una mitología
que ya tenía el indio americano, los europeos creen encontrar en América el
paraíso terrenal bíblico , las amazonas, la lejana isla de Cipango (Japón) que
narra Marco Polo en el “Libro de las Maravillas”. No está de más recordar, además de lo señalado, que Europa tiene una
tradición belicista desde la antigüedad, de ocupación en su mismo suelo y en
sus confines. Pensemos por ejemplo en
las guerras médicas, púnicas, Peloponeso, y naturalmente la expansión
helenística protagonizada por Alejandro Magno y la de las guerras imperiales
romana y las invasiones bárbaras. Por ello, es casi natural para un europeo una
actividad de esta naturaleza, aunque injusta, ese era el orden de aquel entonces
y del siglo XVI.
Trescientos años de dominación, de abusos, de subalternalidad, de
invisibilización, en una sociedad tan contradictoria como lo fue la sociedad
colonial, surge la guerra de independencia en un tinglado de grupos de
intereses lo que explicaría, que no fue muy atractiva en principio, lo que
naturalmente influyó en las derrotas de las primera y segunda República, que
haciendo un balance, la gesta emancipadora no cumplió a cabalidad con su
acometido como veremos más adelante. Mucho de los problemas que movilizó la
revolución hispana aún siguieron presentes a lo largo del siglo XIX, XX y del
XXI, tales como la negación del otro, la discriminación racial y social, por
ello, el debate debe centrarse en los temas de la alteridad, la otredad y la
diversidad; en este contexto surge la propuesta decolonial de Aníbal Quijano y
Walter Mignolo para dejar de lado
definitivamente los mitos de la universalidad y subalternalidad para pasar a un proceso de
liberación. Es anacrónico pensar hoy la América Latina , sin
considerar que somos el producto de un
largo proceso de mestizaje, hibridación que se ha venido decantando a lo largo
del mundo antiguo hasta hoy. La tradición tiene un peso importante en la vida
humana.
Hoy
sabemos que el proceso de invasión cristalizado en el descubrimiento, conquista
y colonización fue una escena teatralizada cuyo guión era presentar a unos personajes
(invasores) que representaban todos los derechos y prerrogativas del sistema y
otros (indígenas) subalternos de los invasores, sin derechos, esclavos,
sumisos, vasallos de la corona española y obedientes de la fe católica, calificados
de cultura inferior, barbaros incivilizados, sin arte, sin filosofía, sin
religión, sin ciencia y sin historia, porque la “historia de carril” nos enseña
una América sin historia, o con una historia que arranca de la modernidad, un
nuevo mundo; sin embargo, la arqueología comparada ha demostrado hoy, que lo
que llamamos Nuevo Mundo, tiene más sentido para los europeos que para nosotros
los latinoamericanos, en el sentido de que América es tan milenaria como Egipto
y Mesopotamia, Grecia y Roma; su arquitectura monumental piramidal tiene su homólogo en las tierras
del río Nilo, su astronomía tiene su par en la ciudad de Babilonia; la escuela de filosofía de los amautas incas
tiene su referencia en la escuela de Mileto en la colonia griega Asia Menor,
fundada por Tales de Mileto, el Imperio Inca en el Imperio Romano ¿De qué
civilización bárbara hablamos? ¿Qué somos realmente como latinoamericanos? ¿Cuál
es nuestro destino?
Las
Capitulaciones de la ocupación de América
El 17 de abril de 1492, Juan de Colona, por mandato de los Reyes
Católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, en la Villa de Santa Fe de la Vega de Granada, España, es despachado
las Capitulaciones de Santa Fe, en Cortés (Comp.). (1971) que en líneas
generales expresa:
… Vuestras Altezas hacen al dicho D.
Cristóbal Colón su visorrey y gobernador general en las dichas islas y tierras
firmes, que, como es dicho, él descubriere o ganare en las dichas mares… que
todos y cuales quiera mercaderías, siquier (sic) sean perlas preciosas, oro, o
plata, especiería y otras cualquier cosas y mercaderías de cualquier especie, nombre y manera que
sean que se compraren, trocaren, fallaren (sic), ganaren e hobieran (sic)
dentro de los límites del dicho almirantazgo, que desde agora (sic) que
Vuestras Altezas hacen merced al dicho
D. Cristóbal, y quieren que haya y lleve para sí la décima parte de todo ello…
Vuestras Altezas Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, (p. 1).
El
texto citado revela claramente el propósito de la monarquía española: la
ocupación de las tierras de América. Sin embargo, sería ingenuo creer que la
ocupación se puede hacer sin que oponga resistencia alguna los nativos. Es
obvia la arrogancia expresada en este documento en la que los Reyes Católicos
se sienten con derecho en nombre de Dios de someter pueblos, saquearlos y
tomarlos como vasallos. Sabemos por los registros históricos de los anales de
Europa a lo largo de la historia, que las ocupaciones, las invasiones, fue el
teatro de actuación en este continente y sus confines. La historia de la
humanidad es la historia de la guerra, que ha costado sangre de muchos
inocentes y destrucción de pueblos como nos enseña Homero en la Ilíada y la Odisea. Las invasiones
bárbaras, quizá sea en territorio europeo, el recuerdo más claro de este
asunto. De modo que en las Capitulaciones de Santa Fe subyace un metalenguaje
de guerra y destrucción, del pillaje y expansión política, que de algún modo
fue el orden de la Europa de aquellos tiempos.
Este documento planteaba una guerra, al menos en el papel.
Alejandro Obispo, siervo de los siervos de Dios: A los
ilustres carísimos hijos de Cristo Fernando Rey y carísima Isabel Reina de Castilla, León, Aragón y Granada,
salud y apostólica bendición… lo principal; que la Fe Católica y la Religión Cristiana
sea exaltada… y por donde quiera se amplíe y dilate, y se procure la salvación
de las almas y las naciones bárbaras sean subyugadas y rendidas a la fe
cristiana, (p.2).
El 4
de mayo de ese año, su Santidad Alejandro VI en Cortés (ob. cit.) promulga la “Bula
sobre el reparto de las tierras recién descubiertas entre España y Portugal” en
la que se puede leer, siguiendo la idea anterior, lo siguiente: “… proseguir
del todo semejante empresa, queráis i
(sic) debáis con ánimo pronto, y zelo (sic) de verdadera Fé, (sic) inducir los
pueblos, que viven en tales islas, i (sic) tierras que reciban la Religión Christiana
(sic) … i (sic) tierras firmes halladas i (sic) que se hallaren descubiertas, i
(sic) que se descubrieran ázia (sic) el occidente…”, (p. 5-6).
Ambas bulas papales expedidas por Alejandro VI tienen un propósito claro: la expansión del
cristianismo y aumentar el número de creyentes, y naturalmente su poderío
eclesiástico; y la Corona de España su poder monárquico. Los poderes político y
religioso establecen una alianza con estos fines. Al respecto, Briceño Guerrero
(2014) apunta, el cristianismo, aliado con el Imperio Español logró la
expansión más eficiente que país de Europa
haya logrado, el viejo continente se trasladó a la América representado por
los exploradores, conquistadores y colonos; la conquista de América no fue obra
de mercaderes, en ella predominaron la conciencia de servir a Dios y al Rey, el
honor guerrero, la aventura heroica, el riesgo personal con los desconocido, el
riesgo mortal asumido espontáneamente. La leyenda negra y la leyenda dorada
reflejan en forma unilateral y exagerada
una característica dual de la conquista. Según Briceño Guerrero el cristianismo organizó
jerárquicamente a la iglesia poniéndola en la cúspide y sofisticó el derecho
canónico, el imperio español obtuvo como privilegio el derecho divino de los reyes que justificaba su sobrenatural dominio, el imperio se sirve de
la iglesia para sus fines políticos.
El
poder de la Corona
y el vínculo con el papado se profundiza con la Real Cédula del 18 de
mayo de 1680 cuando se promulgaron las Leyes de Indias, en la que se puede leer
en el Libro Primero, Título Primero, De la Santa Fe Católica, en Cortés (Comp.), (1971) lo
siguiente:
… hemos conseguido traer al gremio de la Santa Fe Católica Romana
las innumerables gentes y naciones que habitan las Indias Occidentales, Islas,
y Tierra Firme del Mar Océano, y otras partes sujetas á (sic) nuestro dominio.
Y para que todos universalmente gocen el admirable de la redención por la Sangre de Christo (sic)
nuestro Señor, (p. 74).
Las empresas de la conquista y la evangelización como comunión y alianza
no se queda en el papel, van a estar presente en la fundación de los primeros
centros poblados de América. Hacen presencia la iglesia y la monarquía creando
la burocracia necesaria para funcionar de manera eficiente. Es de esta manera
que Clemente VII en Cortés (ob. cit.) el
21 de julio de 1531 expide la “Bula
Erección del Primer Obispado de Venezuela”, en la que expresa en líneas
generales lo siguiente: “mediante los nuevas fundaciones de pueblos, nueva
gente se lleguen a la
Santa Madre Iglesia, y la confesión de su Christiana
Religión, y la Fé
(sic) Católica, se levante, extienda y florezca, y los naturales y habitadores
de ellos fortalecidos, con la doctrina”. (p. 56).
Los
dos documentos papales referidos, entre otras cosas, demuestran que la
evangelización fue tan diligente, avasallante, sostenida en el tiempo, y
demostró en la práctica, que facilitó el
proceso de la conquista armada, y fue de alguna manera más eficiente en
términos de economía de medios que la bélica. De tal manera, la conquista y la
colonización se debió a tres factores fundamentales: la espada del
conquistador, la cruz del clérigo y la pluma del letrado, que fueron soldados
de una misma causa: someter los pueblos del Nuevo Mundo. Creo, para finalizar
este punto, que la iglesia además de manipular la feligresía, lo hizo igual con
el poder político, y a la palabra escrita, puso de guardián a la Santa Inquisición.
El
descubrimiento de un nuevo viejo mundo de ficción
La palabra descubrimiento aparece históricamente por primera vez en las
Capitulaciones de Santa Fe el 17 de abril de 1492. Fue un concepto elaborado estrictamente desde una visión
europea. Por esta época, en 1605, Miguel de Cervantes Saavedra publica en
Madrid la primera parte de su novela “Aventuras del ingenioso hidalgo Don
Quijote de la Mancha ”,
en ella, el personaje central, Don Quijote, es un hidalgo que enloquece de
tanto leer libros de caballería. La
trama de la novela consiste en que el personaje comienza a ver la realidad no como
es, sino como se le presenta en los libros que lee, y de esta manera construye
una sobrerrealidad que se aleja cada vez más del mundo real. El pasaje donde Don
Quijote confunde los molinos de vientos con gigantes es ilustrativo de lo que
vengo afirmando. Reproduzco parte del pasaje. Don Quijote dice — …amigo Sancho,
donde se descubren treinta o pocos desaforados gigantes con quien pienso hacer
batalla, y quitarles a todos las vidas” ,a lo que respondió Sancho: — “que
aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento”—.
De
esta manera alucinada vieron los europeos a América, creyeron ver en ellas los
referentes de sus imaginarios y crearon toda una mitología, la realidad no la
vieron tal cual era sino como creían ellos que era, lo que explicaría toda esa
narrativa fantástica que encontramos en las Crónicas de Indias. Al respecto
Acosta (1998), apunta que los conquistadores venidos a América traen un variado
y complejo imaginario cuyas raíces hay que buscarlos en la cultura grecolatina,
cristiana y medieval, ellos recrean los viejos mitos del paraíso terrenal, la
creación, el diluvio, los gigantes, la fuente de la eterna juventud, las
amazonas, sincretizadas, recreadas siempre desde una perspectiva bíblica. De
esta manera hicieron la interpretación sobre el poblamiento de América, una
primigenia cristiandad, siempre con una visión euro céntrica. Quedó de lado el
mito del buen salvaje del primer encuentro para dar paso a la codicia, a la
violencia y al fabuloso dorado, que García Márquez (1982) en su Discurso de
aceptación del Premio Nobel describe de
esta manera: “Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas
numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía
de los cartógrafos”, (p. s/n.).
Cristóbal Colón fue quizá fue uno de los más grandes fabuladores
europeos de los que vinieron a las Indias Occidentales. En el Diario a bordo de
su Primer Viaje (1492-93), el 16 de octubre escribe: “los… peces hechos como
gallos”, (p. s/n.). Cree llegar a Catay (China) donde el Gran Can, escribió el
30 de octubre. Aparece el mito del buen salvaje, cuando se refiere a los
indios, señala: “esta gente no tiene
secta ninguna ni son idólatras, salvo muy mansos y sin saber que sea mal sin
matar a otros… y sin armas y tan temerosos”, (p. s/n.). Estas imágenes del
indio americano en tiempos del
descubrimiento, descritas por Colón la va a tomar Tomás Moro para escribir su
famosa Utopía. Aparece históricamente por primera vez el vocablo Caribe o
caniba o caníbal, en el diario del primer viaje de Colón, que va a utilizar más
tarde William Shakespeare en el drama La Tempestad , en uno de sus personajes (Calibán); y
Miguel de Montaigne en su libro: Ensayos. Siguiendo esta idea, en 1498, Colón
en su tercer viaje de navegación por las costas de Venezuela, en Cortés (Comp.)
(1971), nos deja la siguiente impresión:
… tierra de Gracia… tierra Paria hallé
unas tierras las más hermosas del mundo, y muy pobladas… tierra de Gracia y río
y lago que fallé, (sic) tan grande que más se le puede llamar mar que lago,
porque lago es el lugar de agua… y digo que si no procede del Paraíso Terrenal
que viene este río y procede de tierra infinita… tengo el ánimo que allí donde
dejé es el Paraíso Terrenal. (pp. 20-21, 25).
Esta deformación de la realidad fue como en el Don Quijote de Cervantes
una metáfora de cómo los hombres del siglo XVI veían el mundo a través de su
imaginario, de sus creencias, sus ideologías, que iban a ser siempre su
referente inmediato para orientarse en un mundo que les era desconocido, que
naturalmente definía la aceptación o rechazo en una situación determinada,
culturalmente hablando. Pensemos tan solo en un hombre culto de su tiempo como López
de Palacios Rubios, catedrático de las Universidades de Salamanca y de
Valladolid, en sus famoso Requerimientos, creado en el contexto de las Leyes de
Burgos, creía que el mundo tenía 5000 años de creado, en este documento se puede leer lo siguiente: “… son
descendientes procreados y todos los que después de nosotros vinieron: mas
(sic) por la muchedumbre de generación que de éstos ha procedido desde cinco y
más años que ha que el mundo fue (sic) creado…, Requerimientos
de Palacios Rubios (1513) en Cortés (Comp.) (1971, p. 27). O, este caso
particular, que comento. Cuando los españoles llegaron a lo que hoy es el
municipio Boyacá en Colombia, donde está localizada la Cultura Monquirá
(2200 años de antigüedad.) conocida por sus monumentos megalíticos de piedra en
forma de falo en honor al Dios de la Fertilidad , organizados de tal manera que
indicaban el movimiento de los astros, creyeron ver en estas esculturas algo
infernal, por ello le apodaron al lugar el infiernito, por considerarlo como
algo del demonio. Estas apreciaciones dieron vida además, a muchos toponímicos
en América.
No
quiero terminar este punto sin referir, que además de la idea de la expansión
del cristianismo, lo que movió a la
Corona y a la
Iglesia fue la sed de riquezas. Sobre este punto refiere Fray
Bartolomé de las Casas (1992) en su libro Vida de Cristóbal Colón, refiere el interés del Almirante por el oro
al ver a los indígenas con pendientes de oro en sus narices, les pregunta por
señas — ¿Dónde está el oro? A lo que respondieron —hacia el sur—, respondieron
los indios. Al respecto, Torodov (1998) apunta, el mundo de Colón comparte tres
esferas: natural, divina y humana. El lado humano de del navegante es su sed de
riqueza, de bienes terrenales (oro) y poco después mujeres a quienes violaron y
humillaron.
Doctos
de la justificación de la conquista
En 1453 cuando cae Constantinopla en manos los turcos otomanos bloqueándose
la ruta comercial del este, interrumpiéndose el tráfico comercial por el
Mediterráneo Oriental, lo que estimula la búsqueda de una nueva ruta hacia el
Oriente por el Occidente, (Valero, 2005). Este mismo año, Eanes Azurara Gomes
le dedica, al Rey de Portugal, la obra que escribió: Crónica del Descubrimiento
y Conquista de Ginea y Otros Relatos, donde sostiene la tesis bíblica de que
los negros son descendientes de Caín el hijo maldito de Noé, lo que justifica,
según este autor, la esclavitud negra. Este libro va a tener una influencia
decisiva en el comercio de esclavo en América. Esta misma tesis es sostenida
por Juan de Torquemada en su libro Monarquía Indiana (1592/93-1613) en la que
argumenta que la gente de piel de color negra es de raza inferior a las otras
razas, que están malditas por Dios. La desigualdad racial según estos autores,
se debe por imposición divina; y que más tarde, junto a la reales cédulas y las
bulas papales van a servir de fundamento ideológico al comercio de esclavos
negros en Indias Occidentales.
Por
otro lado, Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573), sacerdote católico español
defendía la idea del derecho que tenían los españoles de dominio sobre los
indios porque eran inferiores a ellos, por lo tanto llama a una guerra justa contra ellos. Sepúlveda en
1550 escribe su obra “Tratado sobre las justas causas de la guerra contra los
indios”, en la que sostiene que era permitido la invasión a América y el
exterminio de las razas inferiores a través de la Ley del Derecho Natural, según
la cual los superiores (españoles) deben someter a los inferiores (indios) por
ser bárbaros e impíos y deben obedecer a los que tienen supremacía cultural. De
aquí nace la tesis de la guerra contra los indios y la futura encomienda en
América. Los argumentos de los doctos de la justificación de la conquista
armada, naturalmente, es una perversión, que contribuyó, según Valero (2005) a
guerras, torturas, condenas, problemas raciales de toda índole; a la oposición
religiosa, a la oposición entre cultura popular e ilustrada, al conflicto
amo-esclavo en las plantaciones, y al conflicto entre saberes y poderes.
Haciendo un balance, no todos los hombres de aquellos tiempos apoyaron
estas ideas descabelladas. Para profundizar esta temática citaré el trabajo:
“Documentos y Opiniones sobre la Problemática Indiana
a raíz del Descubrimiento” compilado por Cortés (1971) en la que aparece
opiniones a favores y en contra de varios autores, que comentaré. Bartolomé de
Las Casas, Obispo de Chiapas, escribió una obra en defensa del indio titulada: “Brevísima
relación de la destrucción de las indias”, donde denuncia el trato inhumano
dado a estas personas por parte de los españoles. Este autor sostenía que el
indio es un “noble salvaje” y se expresa de él en estos términos: “Todas estas
universas e infinitas gentes a todo género crió Dios lo más simple, sin
maldades, ni dobleces; obedientísimas, fidelísimas a sus señores naturales”, (Cortés, ob. cit.,
p.29). Las Casas contribuyó enormemente a la reforma de la encomienda en
Hispanoamérica, sin embargo, esto no evitó los abusos, como él mismo lo reseña
en su libro ya citado. Él fue el creador de la teoría del buen salvaje, esta
tesis es una visión más bien romántica e ingenua del indio que coincide con la
de Cristóbal Colón.
Sin
embargo esta tesis va a tener su opuesto en Gonzalo Fernández de Oviedo, quien
su obra Historia General y Natural de Indias, Islas, Tierra Firme (1526)
argumenta, entre otras cosas la “idea de la irracionalidad del indio… porque su
principal intento era comer, e beber, folgar, e luxuriar (sic), e idolatrar…viles e mal inclinados, mentirosos…
(Cortés, Ibídem). Por su par Fray Tomás de Ortiz (s. XVI) acusa a los indios
“de comer carne humana, y son sodométicos… andan desnudos, no tienen
vergüenza…”, (Cortés, ibídem). En relación al canibalismo cabe citar el trabajo
de David Sentinella (2015) quien señala que el hombre practicaba el canibalismo
desde hace 800000, a
lo largo de la historia, se hacía por cuestiones rituales, gastronómicas o por
sobrevivencia, que fue practicado tanto en America, África y Europa. La otra
tesis sobre el indio, es a favor, y es la del Capitán Alonso Andrea de Ledesma
en su obra: “De Indias” (1538) en la que argumenta que los indios no son ladrones,
ni gente viciosa, ni holgazanes, ni gente mala y que tienen ocupaciones
honestas y provechosas, (Cortés, ob. cit.).). Dentro de la tesis a favor del
indio, además de la de Fray Bartolomé de Las Casas, es la de los “Títulos
Ilegítimos” de Francisco de Vitoria,
quien sostiene que aunque el Emperador sea señor de todo el mundo eso no lo
autoriza para adueñarse de las provincias indígenas, ni imponerles tributos, ni
el desconocimiento no le da derecho al Papa de hacerles la guerra para
adueñarse de sus bienes, ni pueden acusar de pecados, de irreligión porque no
podían creer en Cristo antes de haber oído nada de él, (Cortés, ob. cit.). Sin
embargo, este autor sostiene que se le puede hacer la guerra de manera justa,
si se responde contra alguna injuria.
Las posturas en torno a esta problemática
son antagónicas, lo que sí es cierto, que en la práctica la que dominó la
escena es la del sometimiento del indio, bien sea a la fuerza, través de la
encomienda, o de la fe católica, que en el fondo era una esclavitud solapada.
Para no caer en especulaciones citaré el documento “Título de encomienda de
indios del Valle de Maya dado a Gaspar
Camacho por Don Diego de Osorio, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela”
(1597) compilado por Cortés (1971), en la que indica lo siguiente:
… dhos yndios (sic) de suso
(sic) declarados son sus mugeres (sic) e hijos e familia voy doy en titulo
(sic) de encomienda a vos el dho gaspar camacho (sic) para que goceys (sic) de
los frutos y demoras y aprovechamientos que buenamente pudieran dar dhos yndios
(sic). (p. 114-115).
Obviamente, los indios quedan bajo la tutela de los encomenderos,
quienes los explotaban, sin que ellos obtuvieran beneficios de ninguna
naturaleza, en el mejor de los casos, cuando estaban en manos de los clérigos,
aunque el trato era, en algunos casos, relativamente humano, tenía de telón de
fondo la conversión ideológica al
cristianismo destruyéndoles sus creencias ancestrales, constituyéndose en un
mecanismo de manipulación y sometimiento del indio. Para no hablar en el aire,
recordemos en el marco de las Leyes Nuevas (Leyes de Indias) la Real Ordenanza de
Barcelona promulgada el 20 de noviembre de 1542 en Cortés (ob. cit.)
relacionada con la instrucción de los indios, cuyo texto expresa:
…hordena (sic) mandamos que esta nuestra carta
sea imprimida (sic) en molde y se embíe (sic) a todas las nuestras yndias (sic) a los
rreligiosos (sic) que ellas entienden en la instrucción (sic) de los dichos
yndios (sic) a los cuales encargamos que hagan traducir en lenguas yndias (sic)
para que mejor entiendan… so pena de la nuestra merced e de mil castellanos de
oro para la nuestra cámara a cada uno que lo contraríen… (p. 65).
Naturalmente la
Leyes Nuevas , como instrumento de poder político, tiene como
aliado el religioso cuyo fin es evangelizar, un mecanismo de dominación como he
dicho muy eficiente y sutil, donde entra en juego Dios el Salvador. Esto no
solo se aplicó a los indios, también se hicieron disposiciones para ideologizar
a la gente negra. En Aranjuez el 31 de mayo de 1789 por ordenanza del Rey,
Antonio Potier dicta las: “Disposiciones Regias para la Educación , trato y
ocupación que había de darse a los esclavos en las colonias de España en
América”, Real Cédula e Instrucción (Código Negro), en Cortés (ob. cit.), que,
en gruesas líneas expresa, siguiendo la idea anterior, que los esclavos deben
ser instruidos en los principios y reglas que dictan la religión, la humanidad
y el Estado compatible con la tranquilidad pública, en consecuencia, su
educación debe estar sustentada en los principios de la religión católica,
doctrina cristiana y la agricultura y demás labores del campo. De esta pudo
hacerse sin empleo de la fuerza,
apaciguar, (al negro y al indio) de manera astuta para ponerlos al servicio de
su causa, convenciéndolos que todo era al servicio de Dios, precisamente por
ello, fue más descabellada, en mi opinión, porque uso el Santo Nombre de Dios
para una empresa tan vil. A estos sistemas de enseñanza, más tarde con
vehemencia, criticarán Miguel José Sanz y Don Simón Rodríguez.
Los
caballeros de capa y espada y los mojes de hábito y cruz venidos de Sevilla
A
raíz del Descubrimiento de América, en 1503 se funda la Casa de Contratación de
Sevilla o de Indias, convirtiéndose, la ciudad de Sevilla en el centro
económico del imperio español (monopolio del comercio con Indias). Para la
época era la ciudad más grande de Europa. Gentes de diversos orígenes
circulaban por ella, judíos conversos,
cristianos, moriscos, esclavos, clérigos, plebeyos, gitanos, extranjeros
de toda suerte, hasta Miguel de Cervantes Saavedra estuvo solicitando en la Casa de Contratación de
Indias venir a América. Fue el foco de atracción internacional, el
Descubrimiento la convirtió en el puerto
universal. Ostentaba el lema: “Quien no ha visto a Sevilla, no ha visto
maravilla”. De aquella Sevilla de Carlos
V (1520-1558) nos deja su semblanza Luís de Peraza en su libro Historia de
Sevilla, primera historia que se escribió de esta urbe hacia 1535, y Joris
Hoefnagel o Georg Hoefnagel, artista
flamenco, sobre la metrópolis, quien realizó en 1565 unos dibujos los cuales
fueron grabados en 1598 y publicados en Civitates Orbis Terrarum (Ciudades del
Mundo), que fue un proyecto editorial del cosmógrafo y cartógrafo flamenco
Abraham Ortilius para Atlas Mundial Theatrum Orbis Terrarum (El Mundo es un
Espejo de los Juegos).
Sevilla era la puerta de entrada para ir a las Indias Occidentales. El
siglo XVI era llamado el “siglo de la plata”, que naturalmente, gran parte de
ella venía de América. Sevilla atrajo a muchos castellanos y extranjeros para
embarcarse hacia el Nuevo Mundo en busca de oportunidades, los barcos que iban
a América tenían que ser barcos españoles, se estima que para 1586 la flota de
esta ciudad era de 400 barcos. Fue junto con la ciudad de Lisboa las dos
ciudades de occidente dueñas de las mayores colonias de esclavos negros.
Para
la empresa de la conquista y colonización de América se hizo indispensable los
caballeros de capa y espada y los monjes de hábito y cruz para los propósitos
de la Corona
de España y el Papado de Roma. No era poca cosa, era una empresa que exigía
articular a Europa, España y América, lo cual no debía de estar en las manos de
mercaderes, para ello, se hacía necesario, según Rama (1998) “…llevar adelante
un sistema ordenado de la monarquía absoluta, para facilitar la jerarquización
y concentración del poder, para cumplir su misión civilizadora, resultó
indispensable que las ciudades, que era el asiento de la delegación de los
poderes, dispusieran de un grupo social especializado al cual encomendar esos
acometidos.”, (p. 31). Necesitaba España de una constelación de monjes,
administradores, educadores, profesionales, escritores y múltiples servidores,
intelectuales para poder colonizar a América. Además de enseñar la lengua, la
religión, el urbanismo, crear escuelas, instituciones políticas, que con el
correr del tiempo vinieron a ser, las muestras más fidedignas que pertenecemos
al ámbito de la cultura de Europa. Esto se logró de manera eficiente gracias al
arduo trabajo de los monjes de hábito y cruz, quienes les enseñaron a los
nativos la lengua castellana para luego poderlos evangelizar, el cual fue un
mecanismo sutil para establecer un nuevo orden social, político y económico,
modo de vida, la religión fue la paideia más eficiente que tuvo España en la
conquista de América. Este trabajo se completó con los hombres de capa y espada
quienes a través de la represión mantuvieron entre ciertos límites a los nativos
lo que vino a hacer más eficiente el proceso de ideologización, que fue clave
para crear el orden colonial.
Los
hombres de garnacha
La ocupación española en América, comparada con otros episodios
relacionados con la conquistas de pueblos, fue la más documentada de manera
escrita. Pudiéramos decir, es la palabra hecha acción, los hombres de garnacha
escribieron el libreto de lo que va a ser América. Esto se debe en gran parte a
varios factores. El tiempo del Descubrimiento coincide con el de la aparición
de la imprenta lo que facilitó que muchos de estos hechos fueran documentados y
conocidos por muchos. Además desde la experiencia de Cristóbal Colón y Hernán
Cortés en el Nuevo Mundo, se acostumbraba a llevar un diario abordo que
documentaba el viaje de navegación por mandato del Rey, instituido más tarde en
el cargo de Cronista de Indias en 1571 por Felipe II. Tiempo después, con el
derecho indiano y canónico aparecen documentadas las bulas papales y las reales
cédulas. También hay que considerar los largos trescientos años de ocupación.
En todo ello, va a tener como denominador común a los “hombres de garnacha”.
Los
hombres de garnacha fueron los togados (magistrados y letrados) que vinieron a
tierras de Indias. Gran parte de la documentación, sino casi toda, se debe a
ellos. Al respecto Rama (1998), en La Ciudad Letrada , señala: la palabra escrita vivía
en América Latina como única valedera, en oposición a la palabra hablada que
pertenecía al reino de lo inseguro y lo precario. La escritura poseía la
rigidez y permanencia, un modo autónomo que remedaba eternidad”, (p. 22). Este
autor considera que la escritura en América constituía una suerte de religión
secundaria por un azar de tendencia
gramatológica, empleada en colegios, universidades, audiencias, seminarios; el uso
político del mensaje fue decisivo en la conquista.
Esta
ciudad escrituraria, como Rama denomina la relación ciudad-escritura en los
procesos fundamentales de relación política-religiosa, permitió establecer con
el poder un lazo estrecho de vinculación, al que sirvió mediantes leyes,
reglamentos, cédulas, proclamas, propagandas, y la ideologización
evangelizadora y política. Por ello, todos los que manejaban la pluma (hombres
de garnacha), estaban asociados a las funciones de poder, y su función fue
decisiva en la conquista y colonización de América Hispana, tanto como la
espada y la cruz.
Pueblos
originarios de América ¿bárbaros?
Declaro de principio, que las culturas originarias de América son muy heterogéneas,
y que ubicar la historia de este continente por la historia de carril en la
época moderna ha sido un error, esto se debe a que ha sido contada desde la
visión positivista de la historia, que no admite que estos pueblos tengan una
antigüedad igual a Egipto, Babilonia, Mesopotamia, Grecia o Roma, siguiendo su
viejo esquema de la ley de los tres estadios. América en la Historia Universal
euro centrista, aunque la ubican en la Eda Moderna , no debe ser entendida como que de
aquí en adelante comienza la historia, del continente que los europeos llamaron
el Nuevo Mundo, sino más bien, que desde este tiempo comienzan a escribir los
europeos sobre estos pueblos. Pero desde ningún modo, se debe dudar desde el
punto de vista político, cultural, científico, artístico, religioso, filosófico
que pertenezca más al mundo antiguo, que al moderno como veremos más adelante.
Cabe recordar que Platón en la antigüedad escribía en sus dos obras Critias y
Timeo que después de las Columnas de Hércules (Estrecho de Gibraltar) existía
una civilización altamente desarrollada, expone además en estas obras la
esfericidad de la tierra mucho antes que Galileo Galilei y Johannes Kepler.
Otro
aspecto que debo aclarar de entrada, es el término bárbaro, empleado a menudo
de manera incorrecta e indiscriminada, usándose como sinónimo de incivilizado,
inculto, sobre todo en tiempos del
descubrimiento, conquista y colonización, inclusive en nuestro tiempo. Cabe
recordar que este vocablo proviene del griego ático, barbori que traduce
balbucear, con lo cual los griegos antiguos designaban a los extranjeros que no
hablaban su lengua, y que se les dificultaba su pronunciación, por ser una
lengua distinta a la materna. Por extensión se aplicaba a los extranjeros que
no pertenecían al mundo griego, y más tarde al romano. De modo que la palabra
bárbaro es un exógeno que designa a una comunidad de hablantes que se
encuentran fuera del ámbito de influencia de su propia lengua ¿Cuándo se
comenzó a usar de manera despectiva este vocablo? A partir de la caída del
Imperio Romano 476 d. C. hasta el siglo XVI, Europa estuvo invadida de pueblos
que no hablaban las lenguas latina o griega, esto se debió a raíz del aumento
de la población que generó en estos pueblos una crisis económica por lo que se
vieron obligados a buscar un mejor sistema de vida y el afán de conseguir
nuevas tierras y buscar una situación climática más favorable que en la parte
norte de Europa donde habitaban, lo que propició la invasión de estos grupos
humanos hacia la decadente Roma imperial. Estos pueblos hicieron estragos, y
quedaron registrados sus actos en la historia como acciones de barbarie, y
quedaron asociadas a la violencia, al pillaje o a la falta de educación. De
modo que hay cierta distorsión en el modo como
fue empleado por parte de los conquistadores a los nativos de América.
Recordemos que cuando Hernán Cortés llega a la ciudad de Tenochtitlán,
capital del Imperio Méxica, fundada en 1325, queda maravillado, y en su Segunda
Carta, Relación de Hernán Cortés al Emperador Carlos V, Segunda Parte, escrita
el 30 de octubre de 1520, dice que la ciudad es tan grande como Sevilla o
Córdova, recordemos que Sevilla era la ciudad más grande de Europa en el siglo
XVI. Siguiendo esta idea, si comparamos el arte, la religión, la ciencia, la
política de América con las civilizaciones del mundo antiguo vamos a encontrar
su par en las ciudades más importantes de aquél tiempo, claro está, lo que
cambia es el ropaje. Veamos esto con más claridad. La Cultura Moshe o
Mochica (Perú, 100 y 700 d. C.) desarrolló la ingeniería hidráulica y fueron
navegantes al igual que Egipto y Mesopotamia, construyó pirámides igual que lo
hizo la sultana del río Nilo, empleando bloques de adobe como los babilonios en
sus Zigurat. En 1987 se encontró la cámara funeraria del Señor de Sipán
(Cultura Moche) con unos exquisitos trabajo en orfebrería y joyería a la par de
los encontrados en las tumbas de los faraones del antiguo Egipto. En el orden
arquitectural la
Cultura Teotihuacán (México, I a. C- VIII d. C.) construyó un
complejo piramidal, dentro de las cuales cabe mencionar la Pirámide del Sol, que es la
tercera más grande del mundo. Se sabe hoy que una obra de tal envergadura
implica conocimientos de las matemáticas y cálculos de área, y si pensamos que
en la antigüedad Tales de Mileto, Pitágoras y Platón admiraban a Egipto por su
desarrollo en esta área del conocimiento, de donde ellos afirmaban haber traído
del país del Nilo a Grecia, estas ciencias.
En
el campo de la política, apunta el Inca Garcilaso de la Vega (1609/1967), el imperio
inca fundado por Manco Cápac y Mama Ocllo tenía gran similitud con el imperio
romano, se estructuró a través continuas conquistas de pueblos que fueron
incorporando al imperio, vivían de los tributos que cobraban a los pueblos
sometidos bajo su dominio. El Rey Inca tenía un basto imperio mucho más grande
que el de Roma que abarcaba lo que hoy es Argentina, Bolivia, Chile, Colombia,
Ecuador y Perú. Se construyeron a lo largo de él más de 30000 kilómetro de
calzada que unía a todo el imperio del Cusco. (Ministerio de la Cultura de Perú (2013);
Tapia Vitón (s. f.).
De
modo que haciendo un balance, América Precolombina es un mundo complejo en
todos los órdenes de la vida, muy diversa, la variedad lingüística asombra al
filólogo más avezado, se sabe hoy que la variedad lingüística guarda una
estrecha relación con las variedades culturales de los asentamientos humanos, y
que guarda estrecha relación también con el espacio geográfico. Al respecto,
Omar González Ñáñez, en la Universidad de Magdalena (2009) refiriéndose al
Caribe señala, que se han descubierto más de mil idiomas indígenas, por lo que
este autor expresa: “… no existe ninguna otra parte del mundo con tanta
diversidad, con tantas lenguas naturales tan diferentes en el Hemisferio Occidental
y particularmente la región geográfica como el Caribe”. (p. 43). Cabe recordar,
a propósito a Wilhelm Von Humboldt , quien entre 1808-1810 escribió la obra
Cuatro Ensayos sobre España y América, que de algún modo coincide en la parte lingüística
con González Ñáñez. El Caribe y la América Latina como se puede apreciar, es un
mundo tan diverso, tan heterogéneo y complejo al que se le unieron otros,
también diversos, pero de naturaleza cultural diferente, como la de Europa y
África. Ahora bien, después de este breve análisis sobre las culturas
originarias del Nuevo Mundo ¿puede ser considerado América Precolombina un
pueblo bárbaro?
El
imperio universal español de Carlos V y Felipe II
No menos heterogénea fueron también los pueblos que vinieron, a estas
tierras, a raíz del Descubrimiento de
América. Una Europa que vio la expansión helenística en la antigüedad
encabezada por Alejandro Magno, y la del Imperio Romano, y la España que vivió la
ocupación árabe por 800 años, no puede ser otra cosa que una cultura híbrida.
En relación a España, Simón Bolívar escribe en 1819 en su Discurso de Angostura:
“… que hasta la España
misma, deja de ser Europea por su sangre africana, por sus Instituciones y por
su carácter”. (p. 119).
En
el imperio universal español de Carlos V
y Felipe II estuvo constituido por una amalgama cultural sin precedente en la
historia universal. Campanella (1989) citado por Garrido (2008), señala:
La monarquía de España y sus islas, el reino de
Nápoles y de Sicilia, el Estado de Milán, muchas fortalezas diseminadas en los
principados italianos, los puertos: Hercole, Telamone, Longone en Toscana,
Mónaco en Liguria; En (sic) Francia el Condado de Flandes y el Condado de
Borgoña; y, demás, toda la
América boreal y austral, en la parte marítima, con infinitas
islas y todo el círculo de África con su mar, excepto la parte boreal, donde
los mahometanos tienen Marruecos, Tlemecén, Túnez, Trípoli y Egipto. Y tienen
también todos los litorales de Asia
meridional, excepto unos pocos, hasta las islas Filipinas, que confinan con el
otro hemisferio por ellos poseídos. (pp. 38-39).
Al respecto, señala Galasso (1994) citado por Garrido (ob. cit.) la
corona española de aquellos tiempos representaba un complejo de dominios que se
fueron incorporando en varias épocas, de varias formas y razones, que
implementó durante 300 años una estructura de dominación política y de Estado
misional católico. Sobre el imperio español apunta la Fundación Polar
citado por Garrido (ob. cit.):
El imperio español alcanzó su máxima extensión
territorial en la época de Felipe II, pues este monarca logró coronarse como
Rey de Portugal en 1581, anexando los extensos dominios ultramarinos lusitanos:
Madeira, Azores, Costa africana, Goa, Malaca, Ormuz, Malucas, y Brasil. Se
había formado la verdadera monarquía universal, con dominios en los 5
continentes. Felipe II no llevó el
título de emperador, pero mantuvo viva la idea de imperio que lograra su padre,
enfatizando, además, los elementos hispánicos
y católicos del mismo. Fue la verdadera hora del imperio español. (p. 44).
Este imperio tuvo sus comienzos con Isabel de Castilla y Fernando de
Aragón a quienes los cronistas ensalzaban, por su habilidad política, y a
partir de 1594 a
raíz del Descubrimiento de América, el Papa, les otorgó el título honorífico de
“Reyes Católicos”, quienes gracias a su energía política y habilidad
diplomática pusieron las bases de la edad de oro de España. Como se ve las
raíces europeas son muy profundas, como lo son también la de los esclavos
negros venidos de África.
La
negritud como esclavitud
La esclavitud como negritud señala Mignolo (2007) es una invención de la
modernidad. En todas las civilizaciones del mundo antiguo, en America, África y
Europa ha existido, y tuvo su origen como botín de guerra, no era en sentido
estricto un producto del comercio, aunque llegó a comerciarse con ellos. Platón
nos relata en la Carta VII
(siglo IV a. C.) que en un viaje que hizo a Siracusa a entrevistarse con
Dionisio II, Rey de esta ciudad, quien asumió el gobierno bajo la supervisión de
su tío Dion de Siracusa, éste, invitó a su amigo Platón para la organización de
los asuntos del gobierno, por un disgusto que hubo entre ellos, Platón terminó
en un mercado de esclavos. Recordemos que Platón pertenecía a unas de las
familias más ricas de la aristocracia de Atenas.
La
trata de esclavos negros, según García (2005), estuvo ligada al Descubrimiento
de América. El primer Asiento de Negros autorizado con carácter monopólico por
España fue en 1590 ó 1595. Los comerciantes portugueses aprovecharon la unidad
ibérica entre España y Portugal para monopolizar su comercio. Se estima que el
número de esclavos negros capturados por los portugueses de 1450 a 1500 fue de 150000, (García, ob. cit.)
Este autor, citando a Silva Solis, afirma haber contabilizado en América
Hispana unos 329000 esclavos negros. En el siglo XVI los portugueses se
sirvieron de la fe religiosa para penetrar las culturas africanas y de esta
manera facilitar su comercio. Penetraron las provincias del Kongo: Bamba, Sundi
Sogno, Pango, Batta, entre otras. Del puerto costero de Mapinda y Msanza Kongo
salían cinco mil esclavos hacia el este
de Sao Tomé y América. Se traían también de Angola, Ginea, Cabo Verde y de
otras partes de África. Cabe señalar que la modalidad de esclavitud en el
contexto de la modernidad era exclusivamente negra, y surgió fundamentalmente
del comercio; que a diferencia de la antigüedad el esclavo era resultante de la
guerra, que pasaban a ser servidumbre de los pueblos vencedores, o al mercado
de esclavos, independientemente del color de la piel. Los grupos humanos
traídos de África eran de cultura heterogénea, como lo fueron también los
europeos y los nativos de América.
¿Independencia
de América?
Se
sabe hoy que la mayor razón de peso de las causas de la independencia de
Venezuela, y por extensión de Hispanoamérica, fue de carácter político y
económico, y no simplemente un acto de filantropía, aunque
hubo algo de ello, por lo menos en Simón Bolívar. Bolívar, el más sobresaliente líder de la emancipación
de América del Sur, en la Carta
de Jamaica escrita en 1815 deja esto claro, cuando expresa, no estaban
facultados los blancos criollos para el ejercicio de altos cargos político,
eclesiástico, diplomático y militar; las leyes favorecían a España, además el
Rey monopolizaba el comercio, y evitaba el intercambio entre provincias
americanas. No se planteó, al menos en sus comienzos con un interés filantrópico dirigido a favorecer los grupos
de color, quienes estaban subyugados por los blancos mantuanos, por ello, estos
grupos no se involucraron a favor de esta causa, al menos en un principio.
Al
respecto, Juan Uslar Pietri (2007) señala que el día de la instalación del
Poder Ejecutivo hubo una conspiración contra los miembros del Congreso
capitaneada por Fernando Galindo, inclusive, señala este autor, los
comerciantes, los empleados, los productores y el público en general no veía
con la instalación del Poder Ejecutivo la estabilidad económica respaldada por
el oro y la plata, y no se hacían falsas
ilusiones, que las cosas iban a ir mejor, por estas razones mucha gente de los
diversos estratos sociales, deseaban que volvieran los españoles al poder. Es
tan así, que en 1812 Simón Bolívar, en el Manifiesto de Cartagena, al respecto
escribe: “El espíritu de partido decidía en todo, y por consiguiente nos
desorganizó mas (sic) de lo que las circunstancias hicieron. Nuestra división,
y no las armas españolas, nos tornó á (sic) la esclavitud”. (p. 40). Esta fue
unas de las causas, según Bolívar, de la caída de la Primera República
Sin
embargo, nos pudimos independizar de España, pero la independencia no logró
todas las aspiraciones de las gentes. Al final de sus días, su más preclaro
protagonista, estaba lleno de pesimismo en relación del futuro de América del
Sur. La Guerra Federal
(1859-1863) invocó las mismas aspiraciones que la Guerra de Independencia.
Los mismos problemas seguían en el horizonte. Se cambió una tiranía extranjera
por una criolla. Bolívar en 1828 en una
carta dirigida a los colombianos, los exhortaba: “Evitad, Colombianos, tan
espantosa catástrofe nombrando magistrados que reúna espíritus discordes...”.
(p. 387). En 1830 en el Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia,
expresa: “Ah ¡Cuántas conspiraciones y quiénes no hemos sufrido por atentar a mi autoridad!”. (p. 397). Siguiendo
este planteamiento, en su discurso del 24 de enero de 1830, Bolívar, en el
contexto de entrega el mando de Colombia, señala: “Pende de sus decretos
soberanos nuestras vidas, la dicha de la República y la gloria colombiana. Si la fatalidad
os arrastrare a abandonarlo, no hay más salud para la patria; y vosotros os
ahogareis en el océano de la anarquía dejando por herencia a vuestros hijos el
crimen, la sangre y la muerte” (p. 400).
Sobre el particular, Rangel (1992), señalaba refiriéndose a lo que este
autor denomina “del precario a la mitología compensadora”, el pesimismo de
Bolívar en el ocaso de su vida de esta manera, la América es ingobernable,
el que sirve a una revolución ara en el mar, lo único que se puede es emigrar, la Gran Colombia caerá
en manos de la multitud desenfrenada para pasar después a tiranuelos de todos
los colores y razas, devorados por todos los crímenes, al caos primitivo, este
sería el último período de Latinoamérica ¿No es esto lo qué sucedió después de
su muerte?
Desde esta óptica, en mi opinión, la Guerra de Independencia fue un rotundo fracaso en
el sentido que no pudo unir a Venezuela. Después de la muerte del Libertador
vinieron las divisiones, guerras locales encabezadas por próceres y
guerrilleros que mantuvo al país en constante zozobra. La Guerra Federal
desangró a Venezuela y volvió a enaltecer los odios internos, no contra los
españoles, sino entre hermanos. Haciendo un balance del siglo XIX en el aspecto
bélico, en la Guerra
de Independencia se estima que murieron o emigraron 200.000 personas, es decir,
el 20 por ciento de la población que para 1810 era entre 800.000 y 900.000
venezolanos. Desde la división de la Gran Colombia (1830) hasta (1903) setenta y años
transcurridos, hubo 166 revueltas con 8847 días. (Boulton, 1968). Los problemas
regresaron, la ambición de poder marcó la pauta, la discriminación el orden.
Cabe recordar lo que refería Simón Bolívar en 1815, en la Carta de Jamaica, en la que
advertía: “Yo considero el estado actual de la América , como cuando
desplomado el imperio romano, cada desmembración formó un sistema político,
conforme sus intereses y situación ó
(sic) siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familiares ó (sic)
corporaciones…” (p. 74). ¿Tuvo razón, Bolívar?
Cabe
acotar aquí lo planteado por Carlos Fuentes (1994) citado Cervigón (prólogo) en
Garrido (2008), quien expresa, lo siguiente:
Cuando nos independizamos de España en 1821, tres
siglos después de la conquista, el movimiento liberal y modernizante decidió
dejar atrás el pasado. Junto con las demás repúblicas hispanoamericanas nos
lanzamos a la imitación extratológica de las leyes francesas, británicas y
norteamericanas, convencidos de que la simple transferencia a nuestro a nuestro
suelo pobre, explotado e injusto nos convertiría instantáneamente en sociedades
prósperas y democráticas. Este ejercicio olvidó una cosa pero consagró otra.
Olvidó que no podía haber sociedad democrática sin continuidad cultural. La
renuncia independentista al pasado indígena, juzgado bárbaro, y al pasado
español juzgado oscurantista, nos obligó a improvisar una cultura democrática
inexistente. En cambio, la nación fue erigida como un compromiso entre el
imperialismo español derrotado y los separatistas caciquiles (las republiquetas
en Suramérica animado por el derrumbe
del imperio español…los liberales querían un país legal. Pero sus fachadas
constitucionales sólo escondían el país real que los conservadores querían
conservar, (p. 12).
Siguiendo esta idea, se olvidó lo
que predicó toda su vida Don Simón Rodríguez, el maestro de América. En 1830
escribe: “Todo está hecho (en Europa especialmente). Tomen lo bueno —dejen lo
malo— imiten con juicio y por lo que falten inventen” (p.17). En su obra Luces
y Virtudes Sociales (1840) decía: “la tradición es utilísima en ciencias, y de
absoluta necesidad en muchas artes: el único medio de transmitir la
experiencia… la enseñanza” (p. 36). Admitió en su obra “Estracto (sic) sucinto
de mi obra sobre la
Educación Republicana ” (1848) que la revolución política
necesitaba de una revolución económica que debía empezar por los campos y luego
pasar a los talleres, cosa que nunca se hizo. La Guerra de Independencia fue
una trágica realidad como la tragedia representada por Sófocles, fue la calamidad
que tuvimos que vivir los latinoamericanos, para entrar a otro episodio nada
alentador, en la que depende, en mi opinión, del concurso de nosotros los
latinoamericanos y caribeños para mejorar nuestro destino. Haciendo un balance,
¿es culpa del imperio español, todas nuestras desgracias y las discriminaciones que padecemos hoy?
Nuestro
Caribe
De
entrada, aclararé el término caribe y su ubicación geográfica. Este vocablo
deriva de las etnias nativas de esta cuenca atlántica, denominada Mar Caribe,
ubicada al sur de Norteamérica, al norte de Sudamérica, al oriente de Centro
América y al sur occidente de las Antillas. Precisando sus límites desde el
punto de vista geográfico, van desde la isla de Cuba hacia el oeste extendiéndose
hacia el sur por el litoral caribeño mexicano de la península de Yucatán
continuando por las costas caribeñas de América Central, y luego al norte de
América del Sur concretamente Venezuela y Colombia, su término se hizo
frecuente desde a 1898.
Ahora
bien, el propósito en adelante, es
revisar algunos aspectos referentes las raíces originarias del Caribe, Avella
en Universidad de Magdalena (2009) refiriéndose a esta región, señala, es un
territorio abierto a las invasiones, en tiempos de la conquista, lo que
ocasionó casi la destrucción de la población autóctona. Fue escenario de luchas
entre las potencias europeas: Inglaterra, España, Holanda, Francia por el
monopolio de la explotación del oro. Lo que explicaría, según este autor, por
qué el Caribe no tuvo un carácter transaccional, las potencias buscaban
incorporar su comercio a la región más que la posesión física territorial, es
decir, crear especie de factorías comerciales. Fue escenario de la piratería,
por lo tanto no era un territorio seguro para establecer centros poblados.
Otro
aspecto de interés es el relacionado con la diversidad lingüística de la
región. Omar González Ñáñez (2009) en Universidad de Magdalena (2009) en una investigación realizada, señala
que se han contabilizado más de 1000 idiomas, muchas de ellas desparecidas a lo
largo del proceso de invasión europea. Argumento ya planteado por Wilhelm Von
Humboldt (Guillermo de Humboldt), filólogo, hermano de Alejandro de Humboldt,
en dos obras que escribió sobre las lenguas americanas: “Cuatro Ensayos sobre
España y América (1808-1810) y “Ensayos sobre las lenguas del Nuevo Continente”
(1812) admitía que en América existían más de mil lenguas nativas. A las
lenguas autóctonas del Caribe se le sumaron los idiomas ingles, español,
holandés, italiano, francés, árabe, chino, bengalí. Las lenguas oficiales de inglés, francés, holandés y español. Cabe
destacar que la cercanías entre islas
que facilitó el desplazamiento por mar a través del intercambio comercial entre
los lugareños, la derivación de múltiples dialectos locales.
En
el Caribe se desarrolló el mayor tráfico de esclavo en América, un triángulo
entre Europa, África y América, que Derek Walcott (1992) en el Discurso de
aceptación de su Premio Nobel de literatura se refirió a él, como “Middle Passage”
donde refiere los millones de africanos que murieron en esta travesía ahogados
en el Mar Caribe, además de la matanza de caribes, arahuacos y tainos. Apunta
Walcott, además de los negros africanos, también llegaron en el Fatel Rozack, que
fue el barco donde llegaron de Calcuta la primera inmigración de hindúes de 213
personas a Puerto España en 1845. Se refiere Walcott a esta ciudad, que es
válido en mi opinión a cualquiera ciudad caribeña, en estos términos: “… la
suma de la historia, la ‘no gente’. Una céntrica Babel de avisos y calles,
mestiza, poliglota, un fermento sin historia, como el cielo” (p. s/n.). Una ciudad
donde se celebra la danza del dragón chino y el Ramleela hindú. Un Caribe
poblado de negros ladinos, que aprendieron a hablar portugués y español en su
periplo por Europa antes de venir a América. El lugar de la Cultura Taina o Caguana (Puerto
Rico) hacedores de esculturas monumentales megalíticas, por cierto la más
desarrollada del Caribe. Este es nuestro Caribe.
América
Latina ni tan Latina (Problemática actual)
América Latina es el espacio geográfico ubicado al sur del Río Grande,
incluyendo México, América Central el Caribe y Suramérica, proveniente del
legado imperial (latino) que fueron
colonizadas por la Europa Latina :
España, Francia y Portugal. Sin embargo,
hay zonas del Caribe, Centro y Suramérica colonizadas por Inglaterra y
Holanda. De igual manera, hay partes de Norteamérica (Canadá y Estados Unidos)
que fueron colonizadas por Francia y España. Es un concepto étnico-geográfico
que aparece en la Francia
de Napoleón III, (Segunda República
Francesa) como parte de su proyecto expansionista anti anglosajón hacia la América Hispana en
la década de 1860, cuando toma posesión Maximiliano II, Emperador de México (1863-1867); el término fue empleado
por primera vez en un artículo publicado en 1861 para la Revue des Races Latines
(Revista de Razas Latinas), se comenzó a utilizar en la región tardíamente,
hacia 1900,cuando José Enrique Rodó Ariel escribió su famosa obra Ariel. De
modo que el lugar de enunciación de de este espacio geográfico obedeció a
intereses foráneos, en principio y luego, a una búsqueda como esencia de lo qué
somos.
Sin
embargo, hay en este espacio geográfico aspectos que no son latinos,
culturalmente hablando, como la inmigración venida de Calcuta, India, en 1845
ya mencionada, y lo que Darcy Ribeiro denomina pueblos trasplantados, personas venidas
de los países europeos España, Italia, Polonia,
Rusia, Alemania y otros países de la región a raíz de las primera y
segunda Guerra Mundial, a lo que habría que agregarle las “transculturación
digital” en el contexto de la globalización, es difícil responder hoy qué
somos. El término América Latina viene quedando sin contenido al igual que la América Sajona.
Este complejo mosaico cultural lo llamó Rubert de Ventos “El Laberinto de la Hispanidad ” y Carlos
Fuentes “indo-afro-ibero-américa”, (Cervigón en Garrido, 2008). Sin olvidar
otras definiciones de varios autores, citados por González Ñáñez (2010), Vasconcelos (cultura
sinfónica), Ricardo Rojas (eurindia), Arturo Uslar Pietri (cultura aluvional),
Alejo Carpentier (lo real maravilloso). Pero más allá de todo esto ¿Qué somos?
Como se preguntó el Inca Garcilaso de la Vega en los primeros tiempos de la Conquista y más tarde Bolívar en el Discurso de Angostura
(1819). Siguiendo esta idea, solo
para ilustrar la complejidad de América Latina, basta con referirnos al
planteamiento que magistralmente hace Bonfil Batalla (1990) del México de hoy, en su obra México Profundo, que lo describe
de esta manera:
La conformación del actual México, su diferencia
regional; los contrastes entre el norte y el sur, altiplano y costas, la preeminencia de
los altos valles centrales si bien descansa en una diversidad geográfica de
rotunda presencia, es ante todo el resultado de una historia cultural
milenaria, cuya huella profunda no ha sido borrada por los cambios de los
últimos 500 años (p. 31).
Este autor considera que los pueblos indios que viven en México poseen
un perfil cultural distinto que es el resultado de su historia particular, se
puede observar una diversidad dentro de la unidad básica de Mesoamérica, muy
heterogénea, cuyo primer factor de la
diversidad—según Bonfil Batalla— es el territorio. Esto ha sido posible según
Bonfil Batalla (1988) gracias a un conjunto de niveles, mecanismos, formas e
instancias de decisión sobre elementos culturales de la sociedad mejicana, que
constituye su sistema global de relaciones que él denomina: “control cultural”.
En el complejo de relaciones del mundo de hoy
sigue estando presente, como una herencia de la modernidad excluyente y
colonialista la dialéctica de integrados-excluidos, dominados- dominadores,
amo-esclavo, que vienen a constituir, según Calderón, Hopenhayn y Ottone (1996)
la dialéctica de la negación del otro, que desconoce la otredad, que no respeta
la alteridad y la posibilidad de la diversidad cultural. Esta dialéctica
convierte a los negados en negadores, a los rebeldes en sumisos y a los sumisos
en rebelde ¿Acaso muchos de nuestros negros africanos no aceptaron las cadenas
con sumisión y otros no se resignaron a ser esclavos y prefirieron morir; o los
que sobrevivieron sumisos no fueron más tardes rebeldes? La negación del otro
sigue viva en América Latina y el Caribe. Sobrevivió a la Guerra de Independencia. Se
manifiesta en las discriminaciones de las etnias indígenas y africanas (como factores
de atraso). No cambió ni con el moderno estado de derecho. Por ello Calderón,
Hopenhayn y Ottone (ob. cit.) que la negación del otro es el producto de
nuestra precariedad sustancial, que nos
ha llevado a negar al otro, en consecuencia nos negamos a nosotros mismo como
género humano. Se ha constituido en el imaginario latinoamericano, como
estigma. En nuestros países de la región se ve represión étnica y religiosa,
violación política e ideológica, no precisamente por los conquistadores, sino
por los caudillos de turno que han gobernado a Latinoamérica a lo largo del
siglo XX y lo que va del XXI ¿Qué hacer? Este es el gran debate que se debe
convocar en America Latina y el Caribe a esta hora para desterrar de una vez
por todas las injusticias. La negación del otro en la región, según Calderón,
Hopenhayn y Ottone (1996) se explica en la discriminación, que no se
interrumpe, se trasmuta, ni con la revolución de independencia, ni con las
empresas modernizadoras, ni con el estado de derecho.
Conclusiones
Lo que hoy es América Latina y el Caribe, es la
consecuencia de las convergencia cultural iniciada por España con la empresa
del descubrimiento, conquista y colonización llevado a cabo por las Monarquías
de Europa, la Iglesia
Católica y una burocracia de funcionarios ejecutores del
libreto de estos dos poderes hegemónicos, a través de reales cédulas, bulas
papales y los cronistas de indias que sembraron en América su imaginario, la
mitificaron, y establecieron como mecanismos de dominación la esclavitud y la
encomienda para someter a negros e indios, esto, naturalmente se hizo de dos
maneras, a la fuerza, que trajo como consecuencias el exterminio físico de
muchos nativos, y la destrucción casi en
su totalidad de la cultura autóctona de la forma más vil e inhumana, aunque
tuvo el indio y el negro sus defensores, en la práctica se impuso la ignominia,
la tiranía... Y la pacífica, a través del proceso de evangelización fue tan vil
como el de la espada, logró, de una manera sutil y eficiente y con economía de
medios someter a negros e indios, como no lo pudo hacer la conquista armada.
Recomendaciones
-Promover nuevas formas de expansión de los
derechos civiles, políticos, económicos en la región.
-Valorar la diversidad y el pluralismo cultural.
-Promover la autonomía de los sectores menos
favorecidos.
-Proponer foros, convenios y tratados
internacionales, y en las constituciones de los países de la región un marco
jurídico y político para poder avanzar hacia una América Latina donde haya más justicia social y se respete
la diversidad, sin discriminación alguna.
-Educar para la tolerancia.
-Promover el debate en las universidades en
materia de derechos humanos y la cultura latinoamericana y caribeña.
Referencias
—Acosta, V. (1998). El continente prodigioso. Mitos
e imaginario medieval en la conquista americana. Caracas: Ediciones de la Biblioteca de la Universidad Central
de Venezuela.
—Alejandro VI. (1493, Mayo 3). Bula de
Concesión expedida por su Santidad Alejandro VI a los Reyes Católicos D.
Fernando y Doña Isabel, de la
Islas y Tierra Firme descubiertas y que se descubrieran en la
misma forma y con las mismas gracias dispensadas a los Reyes de Portugal en lo
que habían descubierto en África, Ginea y Mina. Roma. En S. R. Cortés (Comp.).
(1971), Antología Documental de Venezuela. Materiales para la enseñanza de la Historia de Venezuela
(3a. ed.). (pp. 2-4). Caracas: Editorial Pregón.
—Alejandro VI. (1493, Mayo 4). Bula de
Alejandro VI sobre el reparto de las tierras descubiertas entre España y
Portugal. Roma en San Pedro. En S. R. Cortés (Comp.). (1971), Antología
Documental de Venezuela. Materiales para la enseñanza de la Historia de Venezuela
(3a. ed.). (4-7). Caracas: Editorial Pregón.
—Avalle,
F. El Caribe: Bases para una geohistoria. En Universidad de
Magdalena (2009), Los mil y un Caribe… 16 textos para su (DES) entendimiento
(pp. 7-31). Colombia: Editores Jorge Enrique Elías Caro y Fabio Silva Vallejo.
[Libro en línea]. Disponible: http://oraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2012/12/Los-mil-y-un-Caribe....pdf
[Consulta: 2016, Enero 20].
—Azurara
Gomes, Eanes de. (1453/1988). Crónica del Descubrimiento y Conquista de Guinea
y Otros Relatos. [Chronica do Descobrimento e Conquista da Guiné]. (1a. ed.).
España: Editorial Delgado Luís, José Antonio.
—Bolívar,
Simón. (1812, Diciembre 15). Memoria que había dirigido a los ciudadanos de la Nueva Granada el
general Bolívar, referente a la necesidad de abrir una nueva campaña sobre
Venezuela, ocupada por los españoles (Manifiesto de Cartagena). Cartagena de
Indias. En D. Cordero y M. Aguiar (Comps.). (2007), Simón Bolívar Ideario
Político. Once Documentos de Trascendencia Histórica (3a. ed.). (pp. 29-49).
Caracas: Ediciones de la
Presidencia de la República. (Texto original tomado de José Félix
Blanco y Ramón Azpurua, Documentos para la Historia de la Vida Pública del
Libertador, Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República , 1978, t. IV,
pp. 119-124).
———————.
(1815, Septiembre 06). Contestación de un americano meridional a un caballero
de esta isla (Carta de Jamaica). Kingston,
Jamaica. En D. Cordero y M. Aguiar (Comps.). (2007), Simón Bolívar
Ideario Político. Once Documentos de Trascendencia Histórica (3a. ed.).
(pp.101-152). Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República. (Texto
original tomado de José Félix Blanco y Ramón Azpurua, Documentos para la Historia de la Vida Pública del
Libertador, Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República , 1978, t. V,
pp. 331-342).
————————.
(1819, Febrero 15). Discurso pronunciado por el general Bolívar al Congreso
General de Venezuela en el acto de instalación (Discurso de Angostura). Angostura,
Venezuela. En D. Cordero y M. Aguiar (Comps.). (2007), Simón Bolívar Ideario
Político. Once Documentos de Trascendencia Histórica (3a. ed.). (pp. 59-99).
Caracas: Ediciones de la
Presidencia de la República. (Texto original tomado de José Félix
Blanco y Ramón Azpurua, Documentos para la Historia de la Vida Pública del
Libertador, Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República , 1978, t. VI,
pp. 584-598).
————————.
(1828, Noviembre 12). Simón Bolívar, Libertador Presidente de la República de Colombia
(Discurso). 180. Del borrador. Bogotá. En V. Lecuna (Comp.). (1983), Proclamas
y Discursos del Libertador 1811-1830. 13. (pp.386-387). Los Teques: Biblioteca
de Autores y Temas Mirandinos.
—————————.
(1830, Enero 24). Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia en
1830. 183. Gaceta de Colombia, Nº 449. Bogotá. En V. Lecuna (Comp.). (1983),
Proclamas y Discursos del Libertador 1811-1830. 13. (pp.391-398). Los Teques:
Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos.
————————. (1830, Enero 24). Simón Bolívar Libertador Presidente de
Colombia [Colombianos hoy he dejado de mandarlos] (Discurso). 184. Gaceta de
Colombia, Nº 449. Bogotá. En V. Lecuna (Comp.). (1983), Proclamas y Discursos
del Libertador 1811-1830. 13. (pp. 399-400). Los Teques: Biblioteca de Autores
y Temas Mirandinos.
—Bonfil Batalla, G. (1988). La Teoría del Control Cultural
en el Estudio de Procesos Étnicos. Anuario Antropológico 86. (pp.13-53).
Brasil: Universidad de Brasilia7Tempo Brasilero. http://ciesas.edu.mx/Publicaciones/Clasicos/articulos/TeoriadelControl.pdf.
[Consulta: 2016, Enero 25-26].
————————. (1990). México Profundo. Una
civilización negada. México, D. F.: Editorial Grijalbo, S. A. [Libro en línea].
Disponible: https://zoonpolitikomx.files.wordpress.com/2012/07/mexico-profundo-guillermo-bonfil-batalla.pdf.
[Consulta: 2016, Enero 21].
—Boulton, A. (1968). Historia de la Pintura en Venezuela. t.
II. Época Nacional. De Lovera a Reverón. Caracas: Editorial Arte.
—Briceño Guerrero, J. M. (2014). El laberinto
de los tres minotauros. (1a. ed.). Caracas: Biblioteca J. M. Briceño Guerrero,
Monte Ávila Editores. [Libro en línea].Disponible: http://hoyvenezuela.info/wp-content/uploads/2015/12/Leer-El-laberinto-de-los-tres-minotauros.pdf.
[Consulta: 2016, Marzo 19-20].
—Calderón,
F.; Hopenhayn, M. y Ottone, E. (1996). Esa esquiva modernidad. Desarrollo,
ciudadanía y cultura en América Latina y el Caribe. (1a. ed.). Caracas:
UNESCO/Editorial Nueva Sociedad.
—Casas,
Fray Bartolomé de Las. (1992). Vida de Cristóbal Colón. Caracas: Biblioteca
Ayacucho. [Libro en línea]. Disponible: http://disciplinas.stoa.usp.br/pluginfile.php/523642/mod_resource/content/1/Vida%20de%20crisotbal%20colon.%20Bartolome%20de%20las%20casas.pdf.
[Consulta: 2015, Noviembre 11].
—Clemente
VII. (1531, Julio 21). Erección del Primer Obispado de Venezuela 1531. Bula de
su Santidad Clemente VII. Roma, Iglesia San Pedro. En S. R. Cortés (Comp.).
(1971), Antología Documental de Venezuela. Materiales para la enseñanza de la Historia de Venezuela
(3a. ed.). (pp. 56-57). Caracas: Editorial Pregón.
—Colón, Cristóbal. (1492-1603/1892). Diario de
a bordo del primer viaje de Cristóbal Colón (ed. Anón, España). Argentina:
Wikisource. [Documento en línea]. Disponible: https://es.wikisource.org/wiki/Diario_de_a_bordo_del_primer_viaje_de_Cristóbal_Colón:_texto_completo
[Consulta: 2016, Marzo 25-26].
————————. (1498). Tercer Viaje. Carta del Almirante a
los Reyes Católicos. En S. R. Cortés (Comp.). (1971), Antología Documental de
Venezuela 1492-1900. Materiales para la enseñanza de la Historia de Venezuela
(3a. ed.). (pp. 17-26). Caracas: Editorial Pregón.
—Cortés,
Hernán. (1520, Octubre 30). Cartas de Relación. Segunda Carta de Relación, de
Hernán Cortés al Emperador Carlos V. Segunda Parte. [Cartas de Relación en
línea]. Disponible: www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/relacion/2_2.html
[Consulta: 2016, Febrero 08-09].
—Documentos
y Opiniones sobre la
Problemática Indígena a raíz del Descubrimiento. En S. R.
Cortés (Comp.). (1971), Antología Documental de Venezuela 1492-1900. Materiales
para la enseñanza de la Historia
de Venezuela (3a. ed.). (pp. 20-21, 25). Caracas: Editorial Pregón.
—García Márquez, Gabriel. (1982). La Soledad de América Latina.
Discurso de Aceptación del Premio Nóbel. Pp. 1-4.
[Documento en línea].Disponible en:http://cvc.cervantes.es/actcult/garciamarquez/audios/gm_nobel.htm.
[Consulta: 2014, Octubre 01].
—García, J. Afrovenezolanidad e Identidad
Cultural. En I. M. Mendoza, J. M. Ramos Guédez, M. Vannini de Gerulewicz y J.
García. (2005). Resonancias de la Africanidad (1a. ed.). Caracas: Fondo Editorial
Ipasme.
—Garrido,
Juan. (2008). De la Monarquía
de España a la República
de Venezuela. Caracas: Monteávila.
—González Ñáñez, Omar. (2005, Febrero).
Identidad y diversidad Lingüística en el Caribe. Boletín Antropológico Nº 53.
Universidad de Los Andes, Instituto de Investigaciones Etnológicas, Maestría en
Etnografía. En Universidad de Magdalena (2009), Los mil y un Caribe… 16 textos
para su (DES) entendimiento (pp. 45-62). Colombia: Editores Jorge Enrique Elías
Caro y Fabio Silva Vallejo. [Libro en línea]. Disponible: http://oraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2012/12/Los-mil-y-un-Caribe....pdf
[Consulta: 2016].
—González Ñáñez, Víctor. (2009). La Crítica Cultural
Latinoamericana y la Investigación Educativa. Caracas: Fundación
Centro Nacional de Historia.
———————————. (2010, Abril) ¿Hacia una
integración latinoamericana “desde abajo”? Algunas reflexiones para la
discusión. Pensamiento Divergente. La Revista Digital del
Núcleo Regional Postgrado. Vol. 1. Nº 1 (pp.29-389). Caracas: Universidad
Nacional Experimental Simón Rodríguez. [Revista digital en línea]. Disponible: https://revistamipensamiento.files.wordpress.com/2015/10/pd1_revista_pensamiento_divergente-unico-numero.pdf
[Consulta: 2016, Marzo 19].
—Ghershman,
Eduardo. (2006, Enero 01). Características del ADN y el código genético de los humano. [Documento en
línea]. Disponible: www.galileo.com/ciencia/biologia/adn/molecula_vida.htm.
[Consulta: 2016, Febrero 10].
—López
de Palacios Rubios, J. (1513). Requerimientos de Palacios Rubios. En S. R.
Cortés (Comp.). (1971), Antología Documental de Venezuela. 1492-1900.
Materiales para la enseñanza de la
Historia de Venezuela (3a. ed.). (pp. 27-28). Caracas:
Editorial Pregón.
—Mignolo, W. (2007). La Idea de América Latina. La Herida Colonial y la Opción Decolonial.
(Silvia Jawerbaum y Julieta Barba, Trads.). [The Idea of Latin America]. (1a.
ed.). Barcelona, España: Editorial Gedisa, S. A. (Trabajo original publicado en
2005). Disponible: https://es.scribd.com/doc/13075302611-Walter-Mignolo-La-Idea-de-America-Latina-La-Herida-Colonial-y-laopcion-Decolonial#scribd [Consulta: 2016, Enero 13].
—Ministerio de Cultura del Perú. (2013,
Agosto). Historia del Perú. Perú [Documento en línea]. Disponible: http://todosobrelahistoriadelperu.blogspot.com/2013/08/cultura-caral.html.
[Consulta 2016, Febrero 11-12].
—Osorio,
Diego (Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela). (1597). Título de
Encomienda de Indios del Valle de Maya dado a Gaspar Camacho por Don Diego de
Osorio, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela. Santiago León de Caracas.
En S. R. Cortés (Comp.), (1971), Antología Documental de Venezuela 1492-1900.
Materiales para la Enseñanza
de la Historia
de Venezuela (pp. 114-115).Caracas: Editorial Pregón.
—Peraza,
Luís de. (1535/1992). Historia de Sevilla. Sevilla, España: Secretaría de
Publicaciones de la
Universidad de Sevilla. [Libro en línea]. Disponible: https://books.google.co.ve/books?id=Lx7lm7VjsbgC&pg=PA100&lpg=PA100&dq=luis+de+peraza+historia+de+sevilla&source=bl&ots=NYX5TtraAT&sig=rX4qSyfIQCfe84__MR4S3BGJUHY&hl=es-419&sa=X&sqi=2&ved=0ahUKEwi0s_qWhIrLAhXGcD4KHaf5A-kQ6AEIMTAD#v=onepage&q=luis%20de%20peraza%20historia%20de%20sevilla&f=false
[Consulta: 2016, Febrero, 19-21].
—Potier,
Antonio. (1789, Mayo 31). Disposiciones Regias para la Educación , Trato y
Ocupación que había de darse a los Esclavos en las Colonias de España en
América. Real Cédula e Instrucción de 31 de mayo de 1789 (Código Negro).
Aranjuez. En S. R. Cortés (Comp.), (1971), Antología Documental de Venezuela
1492-1900. Materiales para la
Enseñanza de la
Historia de Venezuela (pp. 178-184)).Caracas: Editorial
Pregón.
—Rama, A. (1998). La Ciudad Letrada.
Montevideo, Uruguay: ARCA, S.R.L. [Libro en línea]. Disponible:
http://cmap.javeriana.edu.co/servlet/SBReadResourceServlet?rid=1MKBPG5N0-24J97YC-6MH
. [Consulta, 2016, Marzo 18].
—Rangel,
C. (1992). Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario. (11a. ed.). Caracas: Monte
Ávila Latinoamericana, C. A.
—Rey
Don Carlos. (1542, Noviembre 20). Las Leyes Nuevas. 1542. Real Ordenanza.
Barcelona, España. En S. R. Cortés (Comp.). (1971), Antología Documental de
Venezuela. 1492-1900. Materiales para la enseñanza de la Historia de Venezuela
(3a. ed.). (pp. 57-65). Caracas: Editorial Pregón.
—Rodríguez,
Simón. (1830). El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de armas
defendidos por un amigo de la causa social. Arequipa. En Ministerio del Poder
Popular para la Educación.
(2007), Inventamos o Erramos. Simón Rodríguez (1a. ed.). (pp. 13-26). Caracas:
Autor.
——————————.
(1840). Luces y Virtudes Sociales. Valparaíso. En Ministerio del Poder Popular
para la Educación.
(2007), Inventamos o Erramos. Simón Rodríguez (1a. ed.). (pp. 26-72). Caracas:
Autor.
——————————.
(1848/1849, Abril-Mayo). Estracto (sic) sucinto de mi obra la Educación Republicana.
Bogotá: Neogranadino. En Ministerio del Poder Popular para la Educación. (2007),
Inventamos o Erramos. Simón Rodríguez (1a. ed.). (pp. 137-148). Caracas: Autor.
—Selección
de Leyes de Indias. [Leyes de Indias, Libro Primero, Título Primero, De la Santa Fe Católica]. En S.
R. Cortés (Comp.). (1971), Antología Documental de Venezuela. 1492-1900.
Materiales para la enseñanza de la
Historia de Venezuela (3a. ed.). (pp. 74-84). Caracas:
Editorial Pregón.
—Sentinella,
David. (2015, Febrero 4). El Canibalismo su
uso Ritual y Simbólico a lo largo de la Historia.
[Videograbación en línea]. https://www.youtube.com/watch?v=RZm-ZeAZljw.
[Consulta, 2015, Noviembre 10].
—Sepúlveda,
J. G. de. (1550/1996). Tratado sobre las justas causas de la guerra contra los
indios. (1a. ed.; 3a. reimpresión). México: Fondo de la Cultura Económica.
—Tapia
Vitón, R. (s. f.). Principales culturas americanas. [Documento en línea].
Disponible: http://www.monografias.com/trabajos90/principales-culturas-americanas/principales-culturas-americanas.shtml.
[Consulta: 2016, Febrero 10-16].
—Torodov, T. (1998). La conquista de América,
el problema del otro. (9a. ed.). (Flora Burlá, Trad.). México: Siglo Veintiuno
Editores, S. A.
—Torquemada,
Juan de. (1592 ó 1593-1613/2013). Monarquía Indiana (3a. ed.). México:
Universidad Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas. [Libro
en línea]. Disponible: http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/monarquia/volumen/01/mi_vol01.html.
[Consulta: 2016, Febrero 9].
—Uslar
Pietri, J. (2007). Historia de la Rebelión Popular de 1814 (1a. ed.; ed. Especial).
Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Cultura /Monte Ávila
Editores Latinoamericana, C. A.
—Vega, El Inca Garcilaso de la. (1609-1613/1967).
Comentarios Reales (8a. ed.). Buenos Aires: Espasa-Calpe Argentina, S. A.
—Vuestras Altezas Isabel
de Castilla y Fernando de Aragón. (1492, Abril 17). Las Capitulaciones de Santa
Fe. Santa Fe de la Vega
de Granada. En S. R. Cortés (Comp.). (1971), Antología Documental de Venezuela
1492-1900. Materiales para la
Enseñanza de la
Historia de Venezuela (pp. 1-2).Caracas: Editorial Pregón.
—Walcott, Derek. (2005, Febrero).
Las Antillas Fragmentos de una Memoria Épica (R. Mintz, Trad.). [Discurso leído
al recibir el Premio Nóbel]. Revista de Poesía Clave, Año 2, nº 4 pp.1-8.
(Trabajo original publicado en 1992). [Revista en línea].Disponible: http://www.revistadepoesiaclave.com/no%204/derek%20las%20antillas.htm.
[Consulta, 2014, Octubre 01].
MUESTRA VISUAL
Luís Villalba. Mujer Indígena (2004).
Colección y fotografía Manuel Bas Caracas, D C., Venezuela
2Manuel Bas. El Nazareno de San Pablo, Basílica Santa Teresa,
Caracas, D. C. Venezuela (2015).
Fotografía Digital. Colección Manuel Bas.
Ramón Linares. Conquista, Colonización, Independencia y Padre de la Patria (2012).
Colección y fotografía Manuel Bas Caracas, D. C., Venezuela.
Ramón Linares. La Soledad de Bolívar (2012).
Colección y fotografía Manuel Bas Caracas, D. C., Venezuela.
Miguel Pérez. Bolívar en el paso de Los Andes (2012).
Colección y fotografía Manuel Bas Caracas D. C., Venezuela.
Miguel Pérez. La Reina de la Incertidumbre (2015).
Colección y fotografía Manuel Bas Caracas, D. C., Venezuela.
Miguel Pérez. Bolívar entrando triunfante en Caracas en 1813 (2013). Colección y fotografía Manuel Bas Caracas, D. C., Venezuela
Altidoro Rodríguez. Divina Pastora (2007).
Colección y fotografía Manuel Bas Caraca, D. C., Venezuela.
Críaco Iriarte. Velero (1975).
Colección y fotografía Manuel Bas Caracas, D. C., Venezuela.
Rafael Bogarín. Nueva York (1984).
Colección y fotografía Manuel Bas, Caracas, D. C., Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario